La estera es  generalmente utilizada para acomodarse  en el piso y ¡a descansar se ha dicho! Las hay tanto de fibra natural como sintética, pero indudablemente que las que más acomodan son las de fibra natural, porque incluso despiden un agradable aroma a raíces y hojas.

Inmediatamente las vemos nos motivan a deslizarnos al suelo y disfrutarlas. Por eso, para estos días de asueto, cuando la intención es desplazarse a las montañas, ríos o playas, las esteras juegan una importante función para relajarse plácidamente debajo de una palma o árbol cualquiera en el que encontremos sombra.

En el mercado las hay en distintos estilos, ideales para llevar cómodamente a cualquier lugar al que se desplace durante esta Semana Santa por los cuatro puntos cardinales de la República.

Algunas incluso aparentan ser carteras cuando se acomodan, pero al desenrollarlas hacen la función para la que realmente fueron creadas.

En la cultura japonesa  se conocen las esteras denominadas  tatami, que originalmente significaba “doblada y apilada”, que son  un elemento tradicional muy característico de las casas niponas.

Tradicionalmente las hacían con tejido de paja, material que ofrece mayor confort, en la actualidad se elaboran también con poliestireno expandido, aunque en Japón este material no es muy habitual.

Las esteras tienen el borde elaborado con un trozo del mismo material, pero la generalidad es de tela, la cual  puede ser de distintos colores

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La estera  de tatami (tejido de paja)

Ésta, tradicionalmente de uso  japonés, casi siempre tiene el mismo tamaño y forma y se derivan de la arquitectura tradicional japonesa.  En las casas japonesas el tamaño de las habitaciones venía dado por el número de tatami  que podía contener. Para ellos las tiendas  estaban designadas con una medida estándar, 5.5 esteras. Y regularmente el cuarto del té y las casas de té median  4.5. En el país no se acostumbra utilizar las esteras como alfombra como lo hacen en Japón en los salones de té y casas de té, sino que  generalmente tienen el tamaño justo para una persona descansar, casi siempre cuando va de veraneo.