El negro y rojo tienen una química indiscutible; por eso han sido definidos como los reyes de las fiestas.
El negro invoca seriedad, rectitud; el rojo, alegría, energía, fortaleza, amor y pasión. De ahí esta relación tan armoniosa entre dos colores que no faltan realzando tanto un traje sencillo como uno exuberante por su corte y la riqueza de sus materiales.
Por esa razón no hay mujer que se resista a llevar un atuendo de esta naturaleza. Y es que con sólo entrar al salón de fiestas vestida en estos colores, las miradas de la mayoría se detienen sobre la percha que lo lleva, porque ambos tonos tienen sus encantos y, además, la virtud de alterar emocionalmente los sentidos, de excitar y provocar fuertes emociones. Por eso, esta temporada, el rojo y el negro siguen siendo los colores predilectos para celebrar las Fiestas. Ives Saint Laurent, Balenciaga y del país Leonel Lirio, los proponen para cerrar el 2010.