Para el 2022

Para el 2022

Si no desarrollas una cultura democrática constante y viva, capaz de implicar a los candidatos, ellos no van a hacer las cosas por las que los votaste. Apretar un botón y luego marcharse a casita no va a cambiar las cosas” dijo Chomsky.

Tengo el temor de que los jóvenes de hoy no están en eso, tienen otros intereses y aspiraciones. Lo que hay que ser es mejor y no decir que se es bueno, escribió Andrés Eloy Blanco, con grilletes en los pies, desde una oscura y húmeda mazmorra del castillo de Puerto Cabello, preso por su amor a la libertad, escribió: “Madre, si me matan, tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo/y esa pobre mano por la que me matan/pónmela en la herida por la que me muero”.

Cada generación produce sus héroes, poetas, compositores, grandes médicos, ingenieros, químicos deportistas, políticos, pensadores, pero en un mundo paralelo crecen los maleantes que se cuelan en la sociedad y contribuyen a corromper importantes segmentos de poder, políticos, militares, religiosos.

Algunos dicen que cada 30 años se cierra un ciclo que cambia, vira la tortilla política y produce un vuelco, en ocasiones tan drástico, como el paso de la democracia a la dictadura o tiranía.

Esta sociedad de hoy es resultado del fracaso de nuestra generación que no fue capaz de imponer sus principios, sus deseos, sus sueños, es, esa sociedad, de hoy, el fruto de la desventura de la generación que luchó y luchó y luchó por la libertad y la democracia, para descubrir que la libertad tiene demasiadas ataduras y que la democracia la ejerce quien tiene más poder económico, en una palabra, que encubre tantos males como los que quedaron en la caja de Pandora.

Algunos tuvimos el honor y la gloria de vivir los días luminosos de Abril de 1965, donde se impusieron, en el territorio liberado, el respeto a la voluntad de la mayoría expresado en grandes concentraciones y en el ejercicio pleno de las tareas del Congreso Nacional entre otras demostraciones del gobierno del pueblo, por y para el pueblo, del que habló Lincoln, como escuché decir, antes que, a nadie, a mi amigo Pablo McKinney, Patria o muerte, nos vencieron.

Nos acorralaron, nos engañaron, dejamos de jugar nuestro juego y pasamos a jugar el juego del enemigo, profesionales del odio y de la exclusión, incapaces de pensar que los demás teníamos derechos, eran esos los que estaban en la cancha contraria, con la fuerza y el Poder en sus manos, que solo saben ejercer para tropellar, imponer, abusar.

Los jóvenes de hoy deben rescatar la bandera de lucha por la democracia plena, es a lo menos que puede contribuir el Gobierno de El Cambio.

Cada generación produce sus héroes, poetas, grandes médicos…

La sociedad de hoy es resultado del fracaso de nuestra generación.

Los jóvenes deben rescatar la bandera de lucha por la democracia plena.

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