Las llaves son uno de los artículos que más se extravían. Y es que existen muchas personas que llegan a su casa y no tienen un lugar específico para ponerlas, por eso las dejan en el primer lugar que tengan al alcance.

Encima del desayunador, sobre la mesa del comedor o sobre la de los muebles, son algunos de los sitios más comunes para “soltar” las llaves.

No importa si son las de la casa, las de la oficina o las del vehículo, tener un lugar fijo para colgar tus llaves evitará contratiempos como los que aparecen cuando tienes que utilizarlas o, peor aún, cuando se te presenta una emergencia y no las encuentras de inmediato.

1. “Home made”
Aunque en el mercado hay muchos modelos de colgadores para tus llaves, también puedes hacer uno tú misma en casa. No se requiere mucha imaginación para crear tus propios diseños. Lo primero que debes tener son los ganchos (los encuentras en la ferretería). Puedes colocarlos sobre una superficie, que puede ser de madera. Otra opción es tomar los tenedores y cucharas que ya no quieras y utilizarlos en vez de tener que comprar los ganchos.

2. Creatividad
Debido a la importancia de los colgadores de llave, los diseños ya no son un simple gancho que se pone en la pared, sino que han cambiado mucho en los últimos tiempos. Las formas se han modificado y pasaron de ser una casita con varios ganchos (muy innovador en su momento) hasta los más curiosos y creativos que puedas imaginar.