NUEVA YORK.– Para garantizar el desarrollo sostenido que viene experimentando la República Dominicana desde el 2012 hay que continuar en el 2020 con las políticas implementadas por el presidente Danilo Medina.
La afirmación es del cónsul general dominicano en esta ciudad, Carlos Castillo, al ser abordado sobre el diagnóstico anual de las principales condiciones económicas y financieras del país, emitidas recientemente por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Señaló que “Los beneficios a favor del pueblo dominicano a través de dichas políticas implementadas por el actual mandatario están ahí a la vista de todos y para todos, las cuales encajan en el precepto plasmado en Mateo 7:16 “Por sus frutos los conoceréis”, dijo.
Castillo destaca el reporte que considera la RD con una economía de sólido desempeño, valora las políticas públicas implementadas y resalta la alta credibilidad de la política monetaria.
Asimismo, el FMI sostiene que el país lideró el crecimiento en la región de América Latina y el Caribe con un 7.0 % en 2018.
Todo esto obedece al amplio conocimiento de estado del mandatario y por eso en sus gobiernos se han invertido más de 42 mil millones de pesos en beneficio de las familias e instituciones, a través de las visitas sorpresas.
Añadió que esas “visitas” han dado como resultado el desarrollo de más de 1,980 proyectos en el país caribeño, transformando las economías de subsistencia en negocios rentables y convirtiendo el campo en centros de producción de alimentos de primera calidad para los hogares quisqueyanos.
Especificó que el único en condiciones y capacidad para darle continuidad a la política del mandatario lo es el precandidato Gonzalo Castillo, quien lo ha acompañado a lo largo de estos siete años y ha adquirido suficiente experiencia de estado.
Ese informe del FMI está basado en los reales beneficios que han aportado dichas políticas gubernamentales, recordando que las “visitas” ha sido reconocido por organismos internacionales.
Entre ellos la ONU, CEPAL, FAO y la UNESCO, recibiendo además, el espaldarazo de gobiernos amigos de la región, como Panamá, Nicaragua Guatemala y Perú. Honduras la ha adoptado como una medida de su Gobierno para impulsar y promover el desarrollo rural.