Al momento de introducirnos al maravilloso mundo de la cocina disponemos de numerosas técnicas que hacen nuestros platos más sencillos de preparar. Éstas van desde los ingredientes hasta la forma de elaboración.

Su estadía en la cocina puede resultar cómoda y práctica si utiliza algunas de las técnicas que  a  continuación le presentamos. Éstas  las  puede usar para facilitar la manera en que prepara sus comidas o bebidas.  

Arroz blanco suelto. El arroz blanco es una magnifica guarnición para cualquier comida. Pero ¿cómo hacer para que quede suelto?

En ocasiones puede quedarnos demasiado compactado, lo cual no da muy buena imagen y queda poco apetitoso.

Para que quede suelto, y sea de mayor agrado al paladar y al vista, basta con  añadir unas gotas de limón al agua de cocción.

Reusar corchos.  ¿Abre una botella y luego el corcho no encaja? Tiene dos opciones: se  bebe todo el contenido, con deseos o sin ellos, o sigue leyendo.

Una técnica fácil para poder encajar el corcho de nuevo en la botella es sumergirlo en agua hirviendo ¡y listo! Eso permitirá que vuelva a encajar a la perfección.

Hielo y sal para enfriar. Cuando se mezcla hielo y sal se consigue  que se potencie el frío de los cubitos de hielo. Este es uno de los métodos que se utilizan para mantenerlos fríos el máximo tiempo posible en las llamadas “neveritas”   o heladeras, que muchos utilizamos cuando vamos de pasadía para el río o la playa con la familia.

Se hace con una proporción aproximada de una parte de sal por tres partes de hielo.

Huevos aromatizados con vainilla.  La vainilla posee un intenso aroma, por lo que si coloca en un tarro hermético  los huevos con unas vainas de vainilla, y los deja descansar en la nevera por  un par de días o más (dependiendo de la calidad de la vainilla),  obtendrá huevos aromatizados con vainilla. Pruébelos en recetas saladas o solos, tienen un sabor diferente y delicioso.

¿Cómo pelar tomates? Si los tomates están bien tersos se pueden pelar con un cuchillo bien afilado. Pero, si  están maduros o demasiado blandos el cuchillo no es una buena elección. 

Coloque un envase con agua a hervir y otro con agua con hielo. Mientras, haga un corte sobre la base de los tomates.

Cuando el agua esté hirviendo, añada los tomates por un minuto. Luego, con una espumadera, pase rápidamente los tomates al envase con agua fría y déjelos allí un rato hasta que bajen de temperatura.

Saque los tomates del agua fría y fíjese cómo la piel se ha separado del tomate por sí sola y a usted sólo le queda  desprenderla. Es sumamente  fácil.