Para ir Humedales del  Ozama hay que pasar por ‘purgatorio’

Para ir Humedales del  Ozama hay que pasar por ‘purgatorio’

La victoria. El Parque  Humedales del Ozama,  en el Distrito Municipal La Victoria, en Santo Domingo Norte, es una reserva ecológica de reciente apertura que para muchos se asemeja a un paraíso por su riqueza y belleza  en  flora y fauna.  Pero para llegar   hay que  atravesar una especie de purgatorio donde  cientos de personas  viven en la indigencia, a pesar de la corta distancia que los separa de la capital.

Sus habitantes son ricos en belleza natural que salta a la vista, en tranquilidad que se expresa en un ambiente acogedor  matizado por el verde espeso de los árboles, en la diversidad de especies acuíferas y de  aves endémicas que con su canto deleitan el oído y elevan  el espíritu.

Desde La Victoria hasta la Ceiba, donde comienza el parque, la carretera está inservible y en todo el trayecto, a ambos lados, la miseria es evidente  con imágenes constante de niños descalzos, mal nutridos y casas de madera. La mayoría con pisos de tierra, que retratan un panorama, lúgubre y triste.

Retraso en el tiempo. Por allí no parece existir servicios básicos, y por lo que se ve, la gente vive retrasada en el tiempo, pero se espera que con la apertura del parque se incremente el turismo interno y extranjero y puedan contribuir con el mejoramiento de la vida de la población.

El secretario de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, explicó que se ha integrado parte de la comunidad y se formaron brigadas que mediante un programa denominado de ayuda mutua reciben el pago de RD$300  diarios para cuidar el parque, sembrar árboles y darle mantenimiento a algunas áreas.

Tan cerca y tan lejos

A corta distancia de esa realidad está la otra, la del parque  Humedales del Ozama, que con sus nueve lagos de  aguas serenas y la frondosidad de sus árboles da la bienvenida y un respiro al visitante en un área de unas cuatro mil tareas que van desde la comunidad La Ceiba  hasta el puente de la Charles de Gaulle.

La zona fue declarada  recientemente área protegida por el presidente Leonel Fernández mediante el decreto 571-09, junto a otras 36 localidades con la finalidad de conservar el patrimonio natural y cultural del país.

Los cuatro principales lagos son La Enea, Manatí, Flamenca y Rincón Clara.

Dos botes sirven para pasear a los  visitantes que se aventuran a conocer este lugar calificado por muchos como un paraíso. La formación y mantenimiento de los lagos es causada por  desborde del río Cabón.

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