El presidente Leonel Fernández, como todos los gobernantes de la aldea planetaria, enfrentará un año 2009 difícil por el desastre de los créditos sub-prime (basura) del sector inmobiliario de Estados Unidos, que tradujeron quiebras por US$300 mil millones.

El presidente Leonel tendrá que torear el toro de las opciones económicas, de las que presiento saldremos todos airosos, empezando porque el Presidente dispone de un equipo económico formidable como envidiable en las figuras respetadas e idóneas del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, el superintendente de Bancos, Rafael Camilo, y el ministro de Hacienda, Vicente Bengoa.

Con un equipo económico así ni el Presidente ni nosotros sus gobernados podremos fracasar, porque desde ya, es seguro que ha consultado con estos tres expertos y triunfadores economistas, y acordado el diseño de las estrategias correctas para superar las dificultades nada pequeñas que se nos vienen encima. Considerar que el barril de petróleo a menos de US$40 es una señal global de bienestar es una equivocación del tamaño de la bolita del mundo, porque traduce menos demanda de crudos, que a su vez indica menos producción y mayor desempleo, que para nuestro país refleja zonas francas industriales produciendo un 75% menos que es el total de las exportaciones a Estados Unidos.

Además, reducción de las remesas, regreso de miles de desempleados al país y a su vez, incremento de la delincuencia que de por sí se encuentra en una cota desbordante, porque a mayor miseria, más agresión a la sociedad, donde quiera. Reducir el tamaño del Estado, suprimir 354 subsecretarios inútiles, miles de vicecónsules y adyacencias del servicio exterior y remunerarlos con pequeños contratos de las obras públicas que el Presidente iniciará. Eliminar el ITBIS a las importaciones, que resulta irritante que luego de pagar derechos arancelarios se pague ITBIS. El Presidente tiene el equipo económico adecuado para el momento crucial.