Para Li Na llegó su hora en la final del Abierto Australia

Para Li Na llegó su hora en la final del Abierto Australia

MELBOURNE. Tras dos finales perdidas (2011 y 2013), Li Na está convencida de que llegó su hora de ganar el Abierto de Australia, pero antes la china debe derrotar en la final del sábado (08h30 GMT) a la eslovaca Dominika Cibulkova, tan pequeña como indomable.

Esta edición 2014 trajo muchas sorpresas, como la eliminación de la máxima favorita, la estadounidense Serena Williams, en octavos, o la derrota de la actual campeona y segunda cabeza de serie, la bielorrusa Victoria Azarenka, en cuartos, que no es descartable un último e inesperado giro de guión.

Li es la última jugadora del Top 5, partió como la cuarta favorita del torneo, que se salvó de la escabechina que ha producido el primer Grand Slam del año, aunque también estuvo cerca del abismo en tercera ronda, donde salvó una bola de partido contra la checa Lucie Safarova (26ª mundial).

Una vez superado el susto, la jugadora asiática caminó con paso firme hacía su tercera final de Melbourne en cuatro años.

Las dos anteriores no acabaron como ella hubiera deseado. En 2011, perdió ante la belga Kim Clijsters tras ganar el primer set. Y, el año pasado, la derrota fue, literalmente, más dolorosa. Sufrió dos caídas, quedando tras una de ellas inconsciente en el suelo, pese a las cuales la Li llegó a los tres sets, tras ganar la primera manga otra vez.

En 2011, en Roland Garros se convirtió en la primera asiática en ganar un gran torneo y se convirtió en una superestrella en su país. «Voy a jugar el mismo tenis de siempre. No cambio nunca mis planes en función de la rival. Lo más importante es ser tú misma», explicó Li. Al otro lado de la pista, la china tendrá a una jugadora por la que nadie apostaba al principio del torneo.

Cibulkova, vigésima cabeza de serie, es la primera eslovaca en llegar a una final de un grande. Con una altura de 1,61 m, podría ser la jugadora más baja en ganar uno de los principales torneos del año. «No es una cuestión de altura», asegura ella.

«Lo que importa es querer algo y creer que lo puedes conseguir», añade. Junto con su voluntad indomable, su mejor defensa es su rápido y preciso juego de piernas, elementos con los que Cibulkova ha completado un torneo impresionante.

Eliminó en octavos a la rusa Maria Sharapova (tercera del mundo) y en cuartos a la polaca Agnieszka Radwaska (quinta), que venía de eliminar a la doble campeona del torneo Azarenka.

«Estoy en la final, lo que es absolutamente genial. Es como un sueño», explica la eslovaca. «Intenté hacer mi mejor tenis, sacar lo mejor de mí», añadió.

Muy amiga de la franesa Marion Bartoli, Cibulkova espera inspirarse en ella y seguir el ejemplo de la francesa, que el año pasado venció en Wimbledon contra todo pronóstico. «Bartoli trabajó duro y se lo mereció», afirmó Cibulkova. «Cuando ganó me dije a mí misma que todo era posible. Estoy en la final y juego sin presión. Esto solo puede ir a mejor», concluyó la pequeña jugadora.

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