POR LILIANA CEPEDA
La familia es la principal célula social, el pilar que sustenta cada una de las sociedades, pues en ella se inculcan los valores primordiales de cada ser humano. Y es que dentro de sus principales roles se encuentra el de fomentar en el niño valores auténticos que formen su conciencia y fomenten principios morales.

A propósito de ser noviembre el Mes de la Familia, es importante resaltar aquellas iniciativas que estimulen la formación hogareña.

Afortunadamente, la sociedad dominicana cuenta con una institución que tiene el objetivo de crear familias para niñas, niños y adolescentes  necesitados, dándoles apoyo para que formen su propio futuro y participando en el desarrollo de sus comunidades.

Se trata de Aldeas Infantiles SOS Dominicanas, una institución sin fines de lucro cuya labor está dedicada a la atención a largo plazo de niños y niñas en desventaja social.

Este es un  proyecto que surgió luego del paso del ciclón David, cuando muchos niños quedaron desprotegidos, razón por la cual  un grupo de mujeres fundó las Aldeas Infantiles, explica Rosa Flores, quien es la trabajadora social de la entidad.

“Trabajamos con niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de riesgo. Se hace todo el proceso de acogimiento, evaluación y selección”, dice.

Desde su fundación en el año 1979, las Aldeas Infantiles SOS Dominicanas, han aportado soluciones a la problemática infantil, lo que ha  motivado que centre sus esfuerzos en dos iniciativas para llevar a cabo la labor: Acogimiento familiar y Prevención del abandono.

Este Programa de Acogimiento está formado por 51 unidades familiares repartidas entre Los Jardines, con 150 niños; Los Mina, con 161 niños; Santiago, con 155 niños, y cuatro residencias juveniles con 53 jóvenes.

Cada unidad familiar tiene una madre sustituta a tiempo completo que se encarga de atenderlos y cuidarlos como si fuera su familia real. “Es muy importante resaltar que los niños no se separan de los familiares que tengan y permitimos que continúen haciendo vínculos. Otro elemento muy importante es que los jóvenes que se encuentran en la institución están trabajando para la independencia y seguir superándose”, explicó la trabajadora social del programa.

Rosa Flores explica que, en definitiva, las aldeas infantiles son comunidades donde las familias comparten experiencias y se brindan apoyo mutuamente. La madre ofrece su amor, estabilidad, seguridad y respeto a cada niño y niña, mientras que los hermanos comparten una vida de familia en un hogar estable y seguro.

Sobre las Aldeas

La Asociación Nacional está compuesta por los asociados, la Junta Directiva, los programas SOS y un Comité de Damas Amigas.

Cada aldea infantil SOS, tiene un director, quien vive en la comunidad, sirviendo, con su familia,  de modelo familiar a los niños y niñas acogidos en la aldea.

Su principal objetivo de desarrollo son las áreas de vida familiar, salud, nutrición, escolaridad, formación técnica e integración sociocultural.

Dentro de los principales valores que fomentan se encuentran: la audacia, el compromiso, la confianza y la responsabilidad.