Dolores de cabeza, sed intensa, dolor abdominal y muscular, son sólo algunos de los indeseados síntomas que puede enfrentar al abrir los ojos esa mañana que sucede a esa noche de tragos.

¡Esta es la última vez que bebo! es la promesa que, nueva vez se hará al darse cuenta de que está resacado. 

Sin embargo, en esta temporada, más que en otras, cumplir esta promesa es harto difícil. 

Y es que whisky, champagne, vino, cerveza y  ron, forman parte de las bebidas obligadas para las celebraciones navideñas.

Algunos sólo las usan para el brindis pero también hay quienes, influenciados por el ambiente festivo, cometen excesos.

Precisamente aquí está el peligro, pues el alcohol en exceso, como todo, siempre  hace daño.

Interesado en ahorrarle el “trago amargo” de la resaca, ¡Vivir! comparte con ustedes lo que hemos denominado “el décalogo de la buena bebida”. 

1. No beba con el estómago vacío.  Cuanto más lleno esté el estómago, más tardará el alcohol en llegar a la sangre. Acompañar con pinchos y otra raciones alimenticia la bebida ayuda a paliar los efectos del alcohol.

2. Beba en pequeñas cantidades.  Se recomienda beber en pequeñas dosis y acompañarlas siempre con algo de comida, preferiblemente alimentos calóricos, ricos en glucosa o grasos.

3.  Alterne con bebidas sin alcohol.  Cuando beba acostumbre alternar  las  bebidas alcohólicas con otras sin alcohol para evitar la deshidratación.   Beba  agua o jugos antes y después. Se aconseja tomar una copa de agua por cada copa de vino o cualquier bebida alcohólica para evitar que “se le suba a la cabeza”.

4. No mezclar.  Ésta es la regla más conocida para evitar la resaca, pero no así la que más se cumple, por lo que una vez más se lo reiteramos. 

5. Beba  con moderación.  El hígado metaboliza unos 25 gramos de alcohol por hora, por lo que si toma 125 gramos de alcohol (una botella de vino), éste circulará al menos durante 5 horas por su sangre.

6. Evitar las bebidas más oscuras. Si su intención es evitar un “jumo” aléjese de  bebidas como el coñac, brandy, whisky o vino tinto, pues éstas contienen  congéneres y causan mayor resaca que otras bebidas.

7.  Ojo con las bebidas dulces.  No hay nada más traicionero que las bebidas dulces, éstas por su suave sabor nos hacen beber en grandes cantidades y cuando menos lo espere, tendrá un estado alcohólico deplorable.

8. Una cucharadita de aceite.  Según la sabiduría popular, para evitar la resaca, no hay nada mejor que una cucharada de aceite antes de comenzar a tomar. Eso  ayuda a crear una película protectora en el estómago.

9.  Mucha fructosa.  Los alimentos y bebidas ricos en fructosa son recomendables para evitar la resaca porque ayudan a eliminar el alcohol del organismo con mayor rapidez. Además, los zumos de frutas favorecen la reposición de vitaminas que se han perdido con las copas.

10. Evite el café.  Algunas personas acostumbran tomar café mientras beben. Esto no es recomendable pues la cafeína hace que el cuerpo se deshidrate más rápido.

¿Cómo combatirla?

En caso de que este reportaje haya llegado a sus manos demasiado tarde, y que  por no haberlo leído haya tomado “unas copitas de más”, algunas recomendaciones para combatir la resaca son iniciar ese día con un buen desayuno a base de frutas secas como las pasas, los higos, los dátiles y demás. Estos productos alimenticios son ricos en azúcares, precisamente lo que su organismo  está pidiendo para recuperarse de la “verbentina”.

Además convierta el agua en su compañera imprescindible durante todo ese día, en el que también es lógico y muy entendible que se tome unas horas de más en su cama.

¿Por qué da  resaca?

Los médicos definen la resaca como  el trastorno  que se  presenta después de haber consumido bebidas alcohólicas en demasía. Normalmente el organismo se protege de la intoxicación y segrega unas enzimas que metabolizan y desechan las toxinas. Sin embargo, cuando los niveles de sustancias tóxicas son excesivos, la capacidad del organismo para metabolizar es menor y se producen los síntomas clásicos de resaca.