)Para qué sirve la geografía?

)Para qué sirve la geografía?

Para saber ubicar y ubicarse, para prevenir y no sufrir. Los sobrevivientes de la tragedia ocurrida en Jimaní recuerdan, todos, haber sentido un temblor de tierra. Incluso, dos días después, el periódico francés, Le Monde, informaba que en la zona se registró un sismo, magnitud 4.

Alguna probabilidad tiene, entonces, la aseveración de esos sobrevivientes a la tragedia y su testimonio, debe constituir una de las hipótesis para explicar la violencia del fenómeno y el volumen de material arrastrado por el río. Otra hipótesis será la vulnerabilidad por la profundización de la pobreza en la zona y su efecto la deforestación, por fin, la incompetencia absoluta del programa de detección y prevención de desastres.

Otra hipótesis se deduce sola; el nivel cultural de la zona. El estado de conocimiento de la zona y su difusión en la población. La tragedia ha puesto de manifiesto, el bajo nivel cultural existente en el país en torno a la geografía y al conocimiento de la geografía física en particular.

Veinte y dos años en el país, me permiten evaluar con rebeldía, lo estático que es el conjunto social y la co-responsabilidad de los políticos y encargados de la educación, en esa situación de estancamiento intelectual. Los programas de enseñanza de las ciencias sociales lo atestiguan que no separan todavía historia, de geografía, que no dedican horas para su enseñanza, que no forman licenciados ni investigadores en esas disciplinas. Pero el Estado, tampoco les daría empleo, pues este no necesita ni de científicos ni de investigadores en sus oficinas. El Estado Dominicano emplea el personal que necesita para el estatus-quo.

No se hizo conciencia todavía, que sin una buena enseñanza de la geografía y de la historia, los niños salen desconociendo su comunidad, su región o los mecanismos de la naturaleza, para no hablar de las desigualdades socio espaciales. Además, salen desmemoriados sin la capacidad de comparación, de crítica para no hablar de la capacidad de formulaciones alternativas originales a la situación político social del país.

A esos responsables, les conviene mantener el país y la educación al nivel que está. Triste balance para las grandes maestras que pasaron por la Secretaría de Educación.

Según los indicadores, estamos justo después la masa haitiana, porque la élite haitiana es seguramente la mejor preparada de América Latina y no.

La formación científica de los adolescentes se ha estancado por falta de preparación de los profesores, por falta de interés y de formación de los encargados de educación de los partidos políticos que se han relevado en el Poder. Ninguno ha propiciado un cambio radical en la formación de los maestros, lo que implicaba licenciaturas en Historia y en Geografía con contenidos científicos. En lugar de eso, se sigue insistiendo en pedagogías desvinculadas de las realidades locales, imponiendo tecnologías modernas cuando el país no tiene luz, ni baños decentes, ni agua potable, hablando de modernidad cuando algunas poblaciones no han salido todavía de la prehistoria social.

A algún sector le conviene mantener nuestra población en la ignorancia con escasos conocimientos científicos, presumiendo que las catástrofes son asuntos de buenaventura y que los límites fronterizos son barreras suficientes parta aislarnos de las catástrofes que aflijan al vecino país.

Bueno fue, que la naturaleza nos recordara que nuestra solidaridad es absolutamente natural.

La isla de la Hispaniola está formada por una serie de cordilleras y de valles, algunos con bordes delimitados por fallas profundas donde se registran permanentemente movimientos o seísmos, que desconocen fronteras o ideologías. Las dos naciones son, una e indivisible a nivel de geografía física, de geomorfología, de climatología y las catástrofes lo demuestran a nivel de geografía humana también.

La isla de la Hispaniola es una inmensa montaña sumergida en su 2/3 partes en profundidades que deben alcanzar 10.000 a 11.000 metros y la parte que emerge presenta las mayores alturas del Caribe, con el pico Duarte en Dominicana a 3.175 metros y en Haití, con el pico La Selle, con 2.680 m y La visite con 2.271 metros. Eso nos indica la magnitud del levantamiento y el formidable desnivel que presenta nuestra isla.

Sin embargo, lo más impresionante de la geomorfología de la Isla es que en la Costa Sur, impresionante de belleza entre Barahona y Paraíso y entre Pedernales y Jacmel, se registran profundidades de 3.279 m a solo 12 km. de las costas de Jacmel, al pie del Massif de La Selle y lo mismo ocurre a escasos kilómetros de la Sierra de Baoruco, lo que hace presumir de la existencia de una falla y por lo tanto de la posibilidad de actividad sísmica a cualquier momento.

Aquí las fronteras no existen, el Massif de la Selle se prolonga con la Sierra de Baoruco, en Dominicana, surge del Mar Caribe, impresionante y desafiante. Y desafiante por más de una razón, la más importante es su exclusivo estado de conservación. Aquí la vegetación ha muy poco variado desde su origen, y si no está en su estado primitivo, se considera en todo caso, en un estado secundario, es decir que el humano ha muy poco modificado lo que Dama Naturaleza ha dado.

Del lado norte de esa formidable Cordillera se encuentra el valle (plaine) del Cul de Sac, con la laguna Saumatre (Salobre) y su prolongación en Dominicana con el Lago Enriquillo, formidable graben enmarcado en fallas, nos recuerda que es un canal de mar, que se preserva exclusivamente por las catástrofes: lluvias torrenciales, ciclones que preservan ese relieve residuo y testigo de otros tiempos. De ambos lados, terrazas como escaleras cortadas como con navajas por arroyos que desaparecen debajo esos escombros y piedras que erosionan días de calor y algunos días de diluvio. Por factores climáticos sobre todo, la vegetación es del tipo xerófito y halófito es decir de clima semi árido y de suelos salobres, lo que permite a cactáceas y espinosos adaptarse a contribuir a la formación de una falsa imagen de deforestación.

Es evidente que la geografía debe enseñar la relación que existe entre clima y vegetación y contribuir a la formación de valoraciones científicas. De lo contrario, vemos como el bosque seco y la vegetación halofita no son vistas como cobertura vegetal sino como cobertura residual.

pues no es absolutamente imposible que esa terrible noche de lluvias diluvianas se haya producido un seismo. Fallas no faltan y bien habrán podido facilitar el trabajo de desprendimiento de la roca madre que las aguas arrastraron. El trazado empinado de los arroyos que alimentan el río Blanco aceleró el proceso, llegó en el valle y se expandió porque todo parece indicar que la crisis política que reina en el cuerpo social de Haití, también reina en los organismos encargados de controlar la naturaleza.

Lo vemos, más allá de la cuenca hidrográfica, más allá de la geomorfología, de la geología y de la climatología, en la tragedia, los gobiernos tienen su responsabilidad.

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