¿Para quién fue ese mensaje?

¿Para quién fue ese mensaje?

JUAN BOLÍVAR DÍAZ
Me cuento entre muchos que andan buscando el destinatario del comunicado conjunto publicado el pasado día 19 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial reclamando sanciones para los responsables de las quiebras bancarias que afectaron severamente la economía nacional a partir del 2003. Aunque pasara desapercibido para algunos medios, a muchas personas llamó la atención la contundencia de esa comunicación, compactada en un solo párrafo, donde las dos entidades financieras internacionales comienzan diciendo que junto a “otros socios multilaterales y bilaterales están apoyando al país en su esfuerzo para la resolución de los problemas acarreados por la crisis bancaria”.

En el mismo párrafo se sostiene que “El fraude de Baninter precipitó una crisis financiera equivalente al veinte por ciento del PIB y lanzó a un millón y medio de dominicanos a la pobreza”.

Más específicamente el comunicado indica que “El sistema multilateral, del cual el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo forman parte, espera se tomen decisiones que sirvan de ejemplo a las futuras generaciones, a la vez que permitan no solamente castigar a los responsables de los fraudes bancarios, sino también mantener el clima de confianza que ha permitido la rápida recuperación económica experimentada por el país”.

Algo debe estar pasando que no ha sido percibido por la opinión pública nacional para que esas dos instituciones internacionales hablen un lenguaje tan específico. Y no hablan solo a nombre de ellas dos, con suficiente peso en el marco internacional y nacional, sino que se refuerzan aludiendo a “otros socios multilaterales y bilaterales”, así como al “sistema multilateral”.

Hay que investigar para ver si algo podrido se mueve al respecto en esta tierra que no logra inspirar respeto internacional por la propensión de sus hijos más relevantes al chanchullo, a la violación de las normas nacionales o universales, a la trampería y el tráfico de cualquier género, y al culto a la impunidad cuando se trata de grandes delitos siempre ejecutados por personajes relevantes.

El comunicado es extraño porque no contiene nada que no hayan dicho antes representantes de esas dos instituciones, del Fondo Monetario Internacional, y de los socios bilaterales, que no son otros que Estados Unidos, Francia, España, Gran Bretaña, Italia y otros países cuyos embajadores han sido demasiado claros  y hasta reiterativos sobre los fraudes bancarios.

Hay que recordar que una vez descubierta la crisis de Baninter, y aún cuando el gobierno abrió las bóvedas del Banco Central para cargar con un déficit estimado en principio en 56 mil millones de pesos, y que luego sobrepasó los 80 mil, transcurrieron 6 semanas antes de que el 13 de mayo del 2003 se dijera lo que se había descubierto. Y para ello fue preciso que el gobierno de Estados Unidos hiciera saber que no era conveniente la visita que a mediados de ese mayo haría el presidente Hipólito Mejía a Washington, si antes no se hacía transparente la crisis financiera.

Para el mundo exterior ha resultado más contradictoria la dicotomía con que el actual gobierno ha enfrentado la situación con enfrentamientos en su propio seno, debido a la prevalencia en el mismo de intereses vinculados a los banqueros acusados. El ámbito político gubernamental, incluido el Presidente de la nación, ha sostenido que  no hubo fraudes, sino que los bancos fueron quebrados por mal manejo de la economía por parte de las autoridades de turno.

Por honrada convicción fruto del conocimiento de todos los detalles, las actuales autoridades del Banco Central y de la Superintendencia de Bancos, evidentemente aguijoneados por los organismos multilaterales, incluyendo al FMI que lo incluyó en su último tratado con el Estado dominicano, y los socios bilaterales, han mantenido los procesos judiciales abiertos a los banqueros, sin eufemismos, indicando que fue el “fraude bancario” lo que hundió la economía nacional  y generó millón y medio de pobres. Tal vez la declaración BID-Banco mundial fue generada porque el juicio a los ejecutivos del Baninter está a punto de entrar en el conocimiento del fondo, tras numerosos incidentes que han llevado tres años. O porque recientemente hubo un cambio de Procurador General y se quería enviarle un mensaje. O porque ha aumentado la ofensiva contra Héctor Valdez y Rafael Camilo, gobernador del Banco Central y  Superintendente de Bancos, quienes han manejado la situación con inusitada valentía.

En cualquier caso, el mensaje ha sido franco y directo y obliga a investigar. Me declaro abierto a escuchar explicaciones sobre el comunicado de esta semana.

Los que las tienen saben cómo localizarme y de antemano garantizo confidencialidad.

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