El Fin de Año no es una época que le guste a todo el mundo: recuerdos y viejas rencillas separan a familiares y amigos. En unas fechas en las que se celebra la unión y la armonía, la solidaridad y el amor, se acude a algunas reuniones por compromiso, y no siempre se sientan en nuestra mesa los invitados que quisiéramos.

Más allá de convencionalismos hay posibilidades para conseguir poner «al mal tiempo buena cara». Las técnicas orientales nos ayudan a abandonar todo aquello que nos lastra para dejar entrar nuevas posibilidades en nuestra vida. El feng shui es una antigua práctica china de la distribución del mobiliario y del flujo de energía en casa. Su conocimiento nos permite manipular y equilibrar esa energía para que se desplace positivamente por las habitaciones.

DISCUSIONES

Los nervios propios de la preparación de una comida o una cena para muchos invitados conlleva algún que otro pequeño roce. Consultores de feng shui expresan que, tras una discusión, la atmósfera queda cargada y puede resultar desestabilizadora e influir negativamente si no se disipa en el estado de ánimo de quienes entran en la habitación. La pulverización con aceites esenciales de lavanda, manzanilla o geranio da buenos resultados.

Si se trata sólo de eliminar la negatividad emocional, basta con pulverizar con agua. El agua deja iones de carga negativa flotando en la atmósfera y crea una sensación revitalizadora.

Las velas son un excelente recurso para crear buen ambiente, no sólo ofrecen calidez a una velada sino que absorben los malos olores del tabaco y sobre todo crean yang, la energía del fuego.

RELAX PARA TODOS

«La sala de estar es el lugar de reunión no sólo de la familia sino donde se acoge y agasaja a los invitados. A menudo es un lugar multifuncional, con un área destinada al relax y otra a comer, donde debe de existir «un desplazamiento del chi positivo para que fluyan las conversaciones y se cree un buen ambiente», según Mary Lambert, autora del libro «Cómo eliminar el desorden con el feng shui».

Si la sala de estar presenta un aspecto desordenado o hay demasiados muebles, la energía se estanca y se generan sentimientos de inquietud y nerviosismo en lugar de bienestar.

Antes de agasajar a alguien en casa deberíamos hacer un repaso a nuestro subconsciente y darnos cuenta si ese estado de abandono con el que hemos «vestido» las zonas comunes de nuestra vivienda no tendrá que ver con el hecho de mantener alejada a la gente de nuestro entorno más próximo.

TRUCOS

Pequeños trucos liberarán el ambiente despejando el espacio disponible. Las estanterías deben disponer los libros de tal manera que creen un espacio de orden sin amontonarse. Las revistas viejas que confeccionan una torre de babel a punto de desbaratarse crean una energía viciada que frenará el ritmo vital de todos los comensales.

Un ambiente agradable con música de fondo suele ser una buena solución si los cd’s y los casetes están colocados, en lugar de apilados desordenadamente, lo que reforzará un chi muy aletargado en esa zona hasta el punto de que nadie tendrá ganas de escuchar nada.

Si quiere evitar dolores de cabeza, no coloque nunca una silla debajo de una viga, ya que el chi cortante que emana de ella favorece los dolores de cabeza; de la misma manera que los bordes agudos y las estructuras terminadas en punta canalizan un feng shui negativo.

Sin saber muy bien por qué, en esta zona se acaban acumulando elementos decorativos a los que no tenemos un apego especial y ni tan siquiera nos gustan. Lo mejor es prescindir de ellos, dejando a la vista sólo los que realmente apreciamos al lado de las fotografías que nos alimentan la alegría y los buenos recuerdos.

Según, Lambert existen diferentes tipos de remedios potenciadotes de feng shui en toda la casa. Los espejos, por ejemplo, revitalizan la energía y amplían los espacios, aunque se deben usar con cuidado en los dormitorios. Aunque los de forma octogonal como el Pa Kua (la figura octogonal, herramienta básica del feng shui que corresponde a los puntos cardinales de una brújula) cerca de la entrada, desvían la energía negativa que ataque la vivienda.

Los espejos pueden duplicar la energía, satisfacer el propósito simbólico de hacer «desaparecer» las cosas y son considerados en la filosofía feng shui poderosos. Nunca hay que colocar uno frente a otro, pues el chi se reflejará en ellos ininterrumpidamente.

Las plantas son remedios muy versátiles, pues su energía sana y positiva alivia las áreas problemáticas y son capaces de aminorar los efectos producidos por el estrés electromágnético procedente de un televisor u otro equipo eléctrico. Los objetos metálicos y eléctricos fomentan la energía del oeste.

Los acuarios y otros elementos de agua atraen el dinero si se colocan en el área de la riqueza. EFE-REPORTAJES