La Reserva Federal hizo pausa después de diez subidas consecutivas de sus tipos de interés, los dejó en la horquilla 5% – 5.25%, no obstante, la inflación interanual de mayo duplicar el objetivo de 2%, considero la desaceleración a 1.1% del PIB en enero-marzo.
El Banco Central Europeo siguió con su hoja de ruta, aumentó un cuarto de punto el precio del dinero, a pesar de que la zona euro entró en recesión técnica al contraerse el PIB en 0.1% en el primer trimestre del año, lo que tomo en cuenta fue el lento retroceso de la inflación desde su mayor nivel de 8.1%, y el pronóstico de 5.4% para final de 2023, más del doble el objetivo de 2%.
Nuestro Banco Central comenzó a normalizar su política monetaria antes de lo previsto, en mayo cuando se afianzo la tendencia bajista de la inflación redujo su tasa de referencia de 8.50% a 8.00% anual, dejando atrás lo peor en términos de presiones de precios, aunque la inflación subyacente ha estado bajando más lento, lo que atribuyo a algunos efectos de segunda ronda (presiones de salarios y ajuste de márgenes empresariales) que desaparecerán antes de finalizar el año.
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Para que la inflación convergiera en el rango meta antes de lo pensado, la economía pago un elevado precio, el PIB creció 1.4% en enero-marzo, lejos de 6.1% en igual trimestre de 2022, pero la sociedad salió ganando, lo que sacrifico es mucha veces menos de lo que gano por la rápida desinflación.
El pronóstico del Banco Central y organismos Internacionales, el PIB crecerá 4.0% en 2023, mi estimado es que no bajara de 4.5%, me apoyo en el fuerte empuje del menor costo financiero de los nuevos préstamos y en el volumen adicional de RD$94,000 millones para consumo de familias e inversión de las empresas.
Tenemos que preservar el crecimiento del PIB alrededor de su potencial para continuar entre los primeros en la Región, y superar el de los Estados Unidos y zona euro. El diferencial acumulado hace que el PIB per cápita y bienestar del dominicano converja con el de países desarrollados en el largo plazo, por ejemplo, en 2014 nuestro PIB por habitante (US$6.804.7) equivalía a un 12% el de Estados Unidos (US$56,762.3), y en 2022 un 14.1%, es decir, en ocho años la distancia se redujo en más de dos puntos porcentuales, nuestro PIB per cápita (US$10,732.9) creció más rápido que el estadounidense (US$76,000.0).
Termino esta nota ponderando dos ganancias para el trabajador a medida que avanza el proceso de convergencia del PIB per cápita de República Dominicana y Estados Unidos. Un mejor salario manteniendo su poder adquisitivo, recordemos, el Gobierno de Luis Abinader lo aumentó en 32.8% el 21 de julio de 2021, la mayor alza nominal en la historia del Comité Nacional de Salario, el objetivo se alcanzó, el salario recupero el poder compra que perdió con la inflación acumulada desde comienzo de 2019.
Y coherente con la teoría, el salario guardará correspondencia con el valor de la producción que contribuye a realizar. Dicho con otras palabras, el aumento salarial será sostenible porque se acompañará de incremento de la producción, de lo contrario, el descenso en productividad requeriría más trabajadores para el mismo nivel de producción.