Para servirse, no para servirnos

Para servirse, no para servirnos

Parece interminable la cadena de irritantes  privilegios que se gastan nuestros congresistas. Este mes  los diputados se hicieron pagar sus sueldos con once días de anticipación  y lograron que les entregaran  150 mil pesos cada uno, con el  pretexto de que ese dinero sería invertido en la celebración del Día de las Madres en sus respectivas demarcaciones. Por ser el mes de las elecciones congresuales y municipales, las actividades del Congreso han estado paralizadas.

Cada diputado tiene un sueldo base de 175 mil pesos, a lo que se agrega 35 mil pesos para  gastos de representación, 45 mil por dietas, 87 mil por plan de ayuda y 50 mil de fondo social. Además, con dinero de los contribuyentes se les cubre factura de celular, gastos de combustibles. Sumemos a esto dos exoneraciones abiertas por año para importación de vehículos de motor.

 Tanto privilegio desborda lo razonable y justo, en un país que tiene niveles extremos de pobreza y que necesita que sus representantes en el Congreso realicen la labor que se requiere para mejorar las condiciones de vida de la población. Muchos de los privilegios, como es el caso de las exoneraciones abiertas y el barrilito, son hechura de los propios legisladores, que no paran mientes al  dar rienda suelta a sus ambiciones. Lo peor es  la resistencia que oponen a cualquier intento de cambio.

 

Un peso para una causa noble

Hay otra oportunidad para que los dominicanos reafirmemos nuestra inigualable solidaridad. El nombre Solange Soto Encarnación corresponde a una pediatra que ha dedicado parte de su vida a salvar niños afectados de VIH en el Robert Reid Cabral. Ahora es ella la que necesita ayuda para evitar que la enfermedad que la aqueja acabe con su vida. La enfermedad, deudas y bajo sueldo, y los costos de su padecimiento, desbordan sus posibilidades. Esa enfermedad ya mató a su madre.

  Los dominicanos hemos sido generosos y es momento de reafirmarlo de una manera sencilla y noble. Si cada uno de nosotros donara un peso la ayudaríamos a costear diagnósticos y tratamiento que necesita para poder seguir viviendo. Como pediatra, la doctora Soto Encarnación ha ayudado  a vivir a muchos niños. Es justo que ahora la ayudemos a ella. Los aportes deben ser depositados en la cuenta 755-94769-4,  en el Banco Popular.

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