Para un mejor museo de armas en el país

Para un mejor museo de armas en el país

La Torre del Homenaje ó La Fuerza, como se le conoce en los textos de los cronistas de indias, y el recinto de la Fortaleza Ozama constituyen el conjunto arquitectónico militar más importante de la época colonial en territorio dominicano.

La Torre del Homenaje con su estilo medieval y su altura atrevida para los comienzos del Siglo XVI, en una ciudad que el Comendador de Lares, Nicolás de Ovando, iniciaba su trazado y construcción; encierra un fascinante pasado de tradiciones, hechos y acontecimientos que las generaciones anteriores al siglo XXI no valorizaron y que las generaciones futuras deberán conocer su importancia.

Bosquejo Histórico:  Cuando el Comendador de Lares, Nicolás de Ovando, decide el traslado de la ciudad en 1502, al lugar que hoy ocupa en la margen occidental del río Ozama, inició la construcción de la Torre del Homenaje bajo la dirección de Cristóbal de Tapia, quien llegaría a ser su Alcalde Mayor.

Esta construcción se sitúa en la misma línea de construcción de la calle “La Fuerza”, donde construiría su propia casa (hoy Hostal Nicolás de Ovando), mientras la Iglesia Mayor no empezaría a edificarse hasta 1523.

Este torreón fue residencia provisional de Don Diego Colón, Virrey de las Indias, quien ante las quejas del Alcalde Cristóbal de Tapia, se trasladó a la Casa del Cordón, la cual le fue ofrecida muy gentilmente por Don Francisco de Garay, hasta que se construyese el Alcazar, residencia definitiva de los virreyes.

Los conflictos de Nicolás de Ovando con el Obispo de Badajoz, sellaron su desgracia política, transfiriendo el mando del recinto militar a Don Miguel de Pasamonte, quien la entregó a su vez por la muerte de Francisco de Tapia a Don Gonzalo Fernández de Oviedo. Este destacado personaje de la Colonia realizó grandes mejoras en el recinto de la Fortaleza Ozama, construyéndole un aljibe para proveerla de agua, obtuvo pertrechos militares, se instaló y proveyó de “gruesa y pesada artillería de costa”, eliminó dos casonas decidiendo su eliminación según él debido a que «quitan gran parte de la vista al mar y entrada del puerto a esta fortaleza y no puede aprovecharse la artillería».

El 24 de mayo de 1538, Fernández de Oviedo escribiría al Rey Carlos V: «lo que conviene a esto a vuestra majestad expresaba, mande a labrar en esta fortaleza en la punta adelante un fuerte a 200 pasos y que esté libre de casas hasta el mar», fue la fortificación que se conoció como Fuerte del Estudio, por su proximidad al Colegio de Gorjón.

Originalmente esta edificación militar fue el  punto de partida que permitió al ingeniero Rodrigo de Liendo planear el trazado de las murallas, fuertes, bastiones y defensas de la ciudad primada de América, las cuales calificó el ingeniero militar Antonell de muy adecuadas y robustas.

El no haber desembolsado los recursos la corona española, para la construcción inmediata y total, permitió que el pirata de la reina, Sir Francis Drake, entrase fácilmente y sin ninguna resistencia por la llamada Sabana Real a la ciudad, saqueando, incendiando y destruyendo todo lo que a su paso encontró.

En esa Torre del Homenaje se daba el toque de bandea y salida a las naves que conducían a los conquistadores de Veragua, Curazao, Araba, El Darién, Cub a, Jamaica, Puerto Rico y tierra firme; en sus patios, muros y habitac iones Diego Velásquez, Ponce De León, Rodrigo de Bastidas, Vasco Núñez de Balboa, Diego de Nicuesa, Gonzalo Fernández de Oviedo y Francisco Pizarro trazaron sus aventuras, viajes y conquistas del Siglo XVI.

Revisten gran importancia los sucesos ocurridos en ese espacio físico durante la época colonial, la ocupación francesa, La Reconquista, la ocupación haitiana, la separación del dominio haitiano, la guerra restauradora, los gobiernos despóticos de  Buenaventura Báez, Ulises Hereaux, Rafael L. Trujillo, los años de la primera intervención norteamericana (1916-1924), y finalmente la toma de la fortaleza el 29 de abril de 1965, en que el pueblo en armas, defendiendo la constitucionalidad, la convirtió en una presea de guerra, permitiendo al pueblo obtener más de mil armas para la defensa de la soberanía nacional, mancillada por la llamada Fuerza Interamericana de Paz. La importancia histórica y museográfica de la Fortaleza Ozama y la Torre del Homenaje, fue expresada con magistral sentido poético por el historiador Don Bernardo Pichardo, cuando expresó:

«Tu has sido el eterno testigo, el cómplice inmutable de los negros delitos con que pretendieron mancillar la conciencia nacional! …

«Tu silueta es rígida, severa y tenebrosa, y nadie te contempla sin terribles sobresaltos, pues cada quien tiene prendido en sus almenas lúgubres recuerdos! …

«Dinos ¿cómo has podido soportar con imperturbable firmeza el soplo airado de los huracanes, la obra demoledora de los siglos, el fuego abrasador de la metralla y los torrentes de lagrimas que humedecen tus muros misteriosos?»

En este recinto militar padecieron cárceles y torturas notables repúblicos como nuestro maestro y líder el Profesor Juan Bosch, Eugenio Deschamps, Luis Tejera, Fabio Fiallo, Rafael Emilio Sanabia, Fidel Ferrer, Luis C. del Castillo, Manuel Rodríguez Objío, el general Vásquez Rivera, el capitán Eugenio de Marchena, Rafael Ellis Sánchez (a) Pupito, los hermanos Félix Servio y Juan Doucoudray, los hermanos Miguel y Agustín Billini Bernal, Ángel María Liz, Francisco Alberto Henríquez Vásquez, Freddy Valdez, los sobrevivientes de la expedición de Luperón: Horacio Julio Ornes, Miguel Angel Feliu, Tulio H. Arvelo, José Rolando Martínez Bonilla, y toda una larga lista de honorables dominicanos que consagraron su vida a la defensa de las libertades publicas y la Soberanía Nacional.

En el interior de sus muros y habitaciones, el notable capitán Gonzalo Fernández de Oviedo, Alcaide de la Fortaleza Ozama, escribió su muy leída, importante, descriptiva y copiosa Historia General y Natural de Las Indias, quien en forma detallada en casi cincuenta libros, presenta los hechos más importantes acaecidos entre 1500 a 1550 en las ciudades del Mar Caribe.

En síntesis

Objetivos a cumplir

1) Proceso de restauración y ambientación del perímetro.

a) Eliminación de los muros de hormigón, construidos por el Ing.

Félix Benítez Rexach, en el lado este.

2) Determinar si el muro entre la Torre del Homenaje y el antiguo edificio del Instituto Cartográfico, es un relleno o un apuntalamiento construido sobre los peñascos del río para proteger los muros de la Casa de Bastidas.

3) Revisión de los trabajos arqueológicos hechos en épocas anteriores y evaluar si existe la necesidad de realizar nuevos trabajos.

4) Confección y discusión de planos, por un grupo de arquitectos restauradores, para establecer los espacios museográficos y salas de exhibiciones.

5) Conforme a los planos que reposan en los archivos militares de Madrid, reconstruir la plataforma baja de la Fortaleza, construida  hacia 1653 por el Gobernador Alonso de Zúñiga para completar el   fuego cruzado que protegía la entrada del río Ozama.

6) Estudiar factibilidad de traslado del Museo Trampolín a una nueva ubicación (por ej. El antiguo zoológico, cuya condición de parque y área boscosa resulta más adecuada para los niños). El traslado se ejecutaría una vez se concluya el nuevo local, asegurando el cuidadoso traslado de las exhibiciones. Este tipo de museo constituye un valioso método educativo, mediante el cual nuestros niños aprenden a valorizar las riquezas museográficas del país.

7) Contemplar la posibilidad de reconstruir con materiales de la época un tramo de los cuarteles situados al sur de la Puerta de Carlos III, demolida innecesariamente en la década del 70, con el pretexto de dar vista a la Torre del Homenaje.

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