Atrás quedaron los días en que se buscaba acentuar la belleza con labios exuberantes, cejas exageradamente arqueadas, pómulos prominentes, caras inexpresivas y un aspecto demasiado estirado de la piel.

Inicio este nuevo reto altamente complacida de poder ofrecer a los lectores de ES información al más alto nivel para la consecución de un objetivo importante: Salud y Belleza. Ciertamente unir estos dos conceptos es un ideal al que aspiramos todos, pero que sólo hasta ahora, con la incursión de la bien llamada Medicina Estética, podemos aspirar a conseguir. En efecto, la Medicina Estética es una rama multidisciplinaria de la Medicina, es la práctica médico-quirúrgica que aplica, desde el debido rigor científico, las técnicas necesarias para la prevención, restauración, mantenimiento y promoción de la estética, la belleza y el bienestar físico y psico-social.

Cuando se tiene conseguida la salud, las personas anhelan la belleza. Desde la antigüedad, con algunas variantes culturales y de época, las personas han aplicado técnicas para el mantenimiento y promoción de la estética y la belleza, tanto femenina como masculina.

La Medicina Estética nace de la percepción de que el ser humano está sano mientras está en armonía con las diferentes fases de la vida y con su propia inserción social y ambiental.

La tendencia actual tanto en Medicina como en Cirugía Estética, es hacia la búsqueda de un look o apariencia natural, donde una vez realizado un procedimiento los resultados no sean tan notorios, no sean tan marcadamente evidentes, y que no resulten en la apariencia artificial y anti-natural del pasado. Atrás quedaron los días en que se buscaba acentuar la belleza con labios exuberantes, cejas exageradamente arqueadas, pómulos prominentes, caras inexpresivas y un aspecto demasiado estirado de la piel. De hecho, un adecuado procedimiento estético debe adherirse a las necesidades de los pacientes que lo solicitan, pero siempre tomando en cuenta sus limitaciones y haciendo uso de la prudencia.  Por supuesto, la consulta médico-estética no deja de ser una consulta médica, y como tal es imprescindible una evaluación minuciosa, no solo del aspecto de la piel y la patología inestética a tratar, sino también del estado general del paciente, que pueden de hecho afectar el tratamiento prescrito. Sólo un profesional de la Medicina puede indicar tratamientos, y sólo un profesional de la Medicina capacitado en Medicina Estética, puede indicar y realizar tratamientos estéticos. Fuera de los aspectos legales del intrusismo interprofesional, los malos resultados y un gran número de las complicaciones de estos procedimientos, se deben a una mala indicación y a una práctica irresponsable por parte de profesionales no médicos, así como médicos no apropiadamente entrenados.  La buena praxis en Medicina Estética deja como resultado una piel lozana, con una atenuación de las líneas de expresión, con uniformidad y balance de los bordes del óvalo facial, con resultados siempre reales, que aun siendo advertidos no despierten demasiadas sospechas de que el paciente se ha sometido a un tratamiento.

Las intervenciones estéticas no invasivas o mínimamente invasivas han experimentado un crecimiento de aproximadamente un 900% en comparación con los procedimientos quirúrgicos. En esta, nuestra primera entrega, haremos una breve reseña de tres de los procedimientos más demandados en el amplio campo de acción de la Medicina Estética. Más adelante, en próximas entregas y correspondiendo a sus peticiones, presentaremos en detalle los diversos procedimientos que abarca este apasionante campo de la Medicina.

Botox

De las intervenciones estéticas, la estrella de los procedimientos de consultorio es la toxina botulínica. Esta toxina se ha utilizado desde hace años con fines terapéuticos en diferentes patologías, y en el campo de la Medicina Estética se utiliza para la corrección temporal de las arrugas dinámicas o arrugas de expresión. Con el Botox, como se le conoce popularmente por ser este el nombre con que se comercializó desde sus inicios, se consigue un “lifting” químico con el que se tratan las arrugas de la frente, el entrecejo y las llamadas “patas de gallina”, y más recientemente para las arrugas periorales, las denominadas arrugas de marioneta (que producen la caída de las comisuras labiales), la sonrisa gingival (cuando al sonreír se exhiben las encías), y las arrugas del cuello, entre otros. Además, se ha aprobado su uso para el tratamiento de la sudoración excesiva de las axilas, manos y pies, con resultados exitosos. La toxina botulínica también puede utilizarse en mesoterapia facial junto con otras sustancias, en una técnica denominada mesobotox, que además de otorgar a la piel un aspecto lozano, le brinda un aspecto ligeramente más estilizado al mejorar el contorno facial, disminuyendo las finas arrugas faciales sin producir parálisis muscular, mejora la apariencia de poros abiertos de la piel al tiempo que le proporciona una notable luminosidad.

Fillers

Los fillers o rellenos de tejido blando han sido otro de los grandes avances en la Medicina Estética. Cada año aparecen en el mercado nuevas sustancias inyectables para el relleno de surcos y aumento de volumen, y las prótesis para relleno se utilizan cada vez con menor frecuencia. La tendencia actual es hacia el empleo de rellenos absorbibles, ya que acarrean menos complicaciones que los permanentes. Estas sustancias se utilizan para el relleno temporal o permanente de surcos, pliegues, arrugas finas y cicatrices, así como para aumentar el volumen de labios y para el modelado facial, incluido el modelado de la nariz sin cirugía (rinomodelación), en rápidos procedimientos de consultorio utilizando una jeringa.

El más ampliamente utilizado es el ácido hialurónico en sus diferentes presentaciones, pero también se obtienen resultados satisfactorios con el ácido poliláctico y la hidroxiapatita cálcica, lo mismo que con la grasa autóloga (lipofilling) y el colágeno. También  existen en el mercado sustancias permanentes (polialquilamidas, poliacrilamidas, metacrilatos, etc.). Todos los materiales inyectables de relleno tienen sus indicaciones específicas y una técnica de aplicación particular, y la duración de los mismos en los tejidos depende de la sustancia utilizada.

Mesoterapia facial y corporal

La Mesoterapia o intradermoterapia es una técnica francesa en la que se aplican múltiples inyecciones en dosis mínimas a nivel de la dermis cutánea. Esta técnica se ha empleado con éxito desde la década de los años 50 para tratar múltiples afecciones. Su uso se ha popularizado en el terreno de la Medicina Estética, ya que es uno de los tratamientos estelares para la celulitis y depósitos localizados de grasa, se han obtenido efectos sorprendentes en el rostro que dejan como resultado un cutis lozano y resplandeciente. Con esta técnica se ha hecho famoso el Dr. Chams, que ha pinchado a numerosas actrices de Hollywood, socialités y personajes de la realeza con sus cócteles especiales.

A través de esta modalidad de inyección, que a su vez tiene varias técnicas, se inoculan medicamentos y sustancias “a la carte”, según las necesidades de cada paciente, siendo un verdadero aliado del rejuvenecimiento.

Con este abanico de ofertas se asegura la prolongación de la lozanía y se posterga el envejecimiento. Cada caso es individual y las necesidades varían para ser casi exclusivas. Por lo tanto, defina qué área de su rostro o cuerpo quiere mejorar y decídase a obtener una indicación profesional a través de un especialista en Medicina Estética.

Por: Dra. Natalie Diaz Lazala, Master en Medicina Estética Universitat de les Illes Balears Palma de Mallorca, España