Parada del desorden El desorden se impone en este espacio de uso público

Parada del desorden El desorden se impone en este espacio de uso público

La lucha en el conflictivo y arrabalizado kilómetro 9 de la autopista Duarte por establecer un negocio de venta de alimentos, calzados, ropas, frutas, chucherías y variadas mercancías se torna cada día más competitivo, feroz, tenaz, sigiloso, y se agudiza el caótico problema del tránsito.
Cada amanecer trae nuevos huéspedes que merodean por el lugar, instalan una casucha, un tarantín donde se vende refrigerios y alcohol, una fritura, una mesa de vender dulces, chucherías y casuchas con variadas mercancías.
“La parada del desorden”, como suelen identificar el arrabalizado, contaminado y bullicioso kilómetro 9 de la autopista Duarte, es la parada de autobuses y minibuses que viajan a distintas comunidades de la región norte del país, y además, el punto de referencia donde choferes del “concho”, “voladoras”, taxistas y motoconchistas montan y desmontan pasajeros, sin las quejas o inconvenientes que ocasionan a otros conductores que se desplazan por la vía.
Allí se mezclan a diario todo tipo de personas: buhoneros, prestamistas, vendedores de frutas y alimentos callejeros que ocupan las aceras o cualquier área disponible, carteristas, coqueros, estafadores que ofertan oro y prendas falsas, sinvergüenzas, arrebata-celulares, choferes del transporte público que ocupan las áreas verdes, transeúntes que cruzan de un lado a otro de la vía, ignorando el puente peatonal y cobradores de autobuses y minibuses que se disputan ferozmente los pasajeros.
Muchas de estas escenas del caos que se genera cotidianamente en el kilómetro 9 de la autopista Duarte son grabadas, y los videos colgados en las redes sociales. También hay críticas ácidas de los usuarios de las redes sociales por la apatía y negligencia de las autoridades gubernamentales y municipales para resolver el problemas. Ocasionalmente la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) suele amenazar con “tomar medidas para regular y organizar el desorden en la parada del kilómetro 9 de la autopista Duarte”.
Origen y soluciones
“La intersección de la autopista Duarte con las avenida J.F. Kennedy-Luperón es la más concurrida de toda la República Dominicana; fue la primera que se intervino, en la década de los años 70, y en la cual humildemente, siendo un joven profesional de la ingeniería, participamos. También lo hicimos en otra intervención en la década de los 90. Estoy dispuesto a colaborar, expresa el ingeniero Carlos Domínguez.
En ese punto se construyó una solución trébol completa. Posteriormente se han ejecutado varias intervenciones con el propósito de adecuarlo al acelerado crecimiento que ha tenido la Ciudad de Santo Domingo. La más reciente fue en el año 1996, ejecutada por la empresa COMPREICA, en la cual tuvimos un rol importante. Para esa época ocurrían pocos accidentes y casi ninguna muerte por esa causa.
El problema de ese punto de conflictos, en sentido del tránsito Oeste Este, se origina por un estresante embotellamiento o “tapón” en horas matutinas, que se prolonga por más de 6 kilómetros en la Autopista Duarte hasta la comunidad de Los Alcarrizos. La causa principal del desorden vial es la imprudencia de choferes del “concho” y de “voladoras”, que se detienen a recoger o dejar pasajeros en áreas no determinadas. Otra dificultad es que los vehículos que transitan por la avenida Los Próceres, hacia la avenida Isabel Aguilar, intersectan 90° la rampa que sale desde el km 9 hacia el Sur por la avenida Luperón, lo que genera un endemoniado caos.
Hay que redirigir esos vehículos hasta la intersección de la autopista Duarte con entrada al sector de Manoguayabo para girar en “U” bajo el elevado y luego ya en sentido Oeste-Este girar a la derecha en la Isabel Aguiar, abrir el giro y convertirla en doble vía.

Tránsito Este-Oeste
En horas vespertinas y al anochecer se genera un terrible “tapón” que se extiendea a lo largo de la avenida John F. Kennedy hasta el Expreso V Centenario. Sugerimos que la parada actual del km 9 se divida en dos partes, una donde está y otra en la isleta anterior, próximo a los tanque de almacenamiento de agua de la CAASD. Así tendríamos la posibilidad de disponer d una “doble parada” para los vehículos públicos, para recoger pasajeros de forma más holgada.
Las adecuaciones viales y las señalizaciones que realiza MOPC han tenido muy buena acogida y han ayudado mucho, deben continuar, así como las medidas ocasionales que realiza la AMET con conos rojos”.

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