Barahona.- Tres paradores que fueron construidos en 1995 por el Banco Central en las playas de El Quemaito, San Rafael y Los Patos de Paraíso, están en un completo estado de abandono y las  edificaciones lucen casi completamente deterioradas.

El parador de la playa El Quemaito carece de puertas, baños, ventanas, electricidad, vestidores entre otras áreas, por lo que es funcionalmente inútil.

La obra fue levantada en unos terrenos propiedad de la familia Pérez, oriunda de esta comunidad, la cual acordó  que tras su terminación sería utilizaría, pero esto nunca aconteció.

La edificación, que costó varios millones de pesos, está ubicada en las inmediaciones de la playa.  

El  parador “El Quemaito” nunca ha funcionado, por lo que las personas que vienen a esta playa tienen que comprar sus comestibles en las afueras y en pequeños negocios que se encuentran en las inmediaciones de la playa”, señalaron los vendedores.

Otros paradores fueron construidos en Las Marías de Neiba, Boca de Cachón y La Zurza de Duvergé, de los cuales actualmente sólo funciona el primero.

Además del parador de El Quemaito, están en estas mismas condiciones los de San Rafael y Los Patos en la costa de esta provincia.

La obra de la playa

El Quemaito es utilizada incluso como “baño público”.

La situación tiene preocupada a la comunidad, que esperaba que los paradores sirvieran para atraer más turistas y bañistas, así como para que el entorno luzca organizado y atractivo.

De igual forma, los vendedores esperaban contar con un espacio apropiado para desarrollar sus actividades comerciales, sin ensuciar la playa y manteniendo a los visitantes en los mismos alrededores. Se quejan de que debido a las malas condiciones de los paradores y la falta de un espacio  para abastecerse, los visitantes tienen que trasladarse a otros  lugares.

También, los comerciantes de la zona  de la playa El Quemaito se quejaron de que la Regional de Turismo retirara la brigada de limpieza del balneario, que se encargada de mantener los alrededores higiénicos.

Deben desplazarse

Debido al mal estado que exhiben los paradores de esta ciudad, los turistas y visitantes de los balnearios se ven obligados a trasladarse a otros lugares para abastecerse o  decidirse por los negocios informales de comida, que mantienen el entorno arrabalizado.