Asunción. Paraguay es el cuarto país de América Latina y el Caribe con menor porcentaje de mujeres en cargos políticos, junto con Brasil, Guatemala y Chile, debido a la “cultura machista” y al “sistema de caudillos y líderes únicos” imperante en el país, dijo hoy a Efe la investigadora y política Lilian Soto.
Soto es una de las autoras del estudio de ONU Mujeres titulado “La hora de la igualdad sustantiva. Participación política de las mujeres en América Latina y el Caribe hispano”, que detalla las cifras de mujeres presentes en cargos políticos en los países latinoamericanos, y que recoge datos hasta el 1 de septiembre de 2015.
En Paraguay hay alrededor de un 16 % de mujeres en cargos políticos, mientras que en Chile hay un 15 %, en Guatemala un 13 % y en Brasil, el país con menor representación pública femenina en la región, las mujeres ocupan el 10 % de estos espacios, según el informe.
Las cifras están lejos de las de Bolivia, único país de la región que ha alcanzado la paridad entre hombres y mujeres en la política, con un 51 % de representación femenina, o Cuba, con un 48 %, según datos del informe de ONU Mujeres.
“El porcentaje mínimo de representación para que las mujeres se constituyan en una verdadera masa crítica en la toma de decisiones políticas es del 30 %”, explicó Soto.
En el caso de Paraguay, las causas de la baja representación femenina tanto en el Parlamento como en gobiernos regionales y municipales son herencia de un sistema de “caudillos y liderazgos únicos”, según Soto.
En este contexto, los cargos políticos son a menudo “vendidos al mejor postor” lo que, además de favorecer la corrupción, también deja afuera a más mujeres, ya que “sus condiciones económicas siguen siendo inferiores a las de los hombres”, dijo la investigadora.
A estos hechos se suma la “cultura machista y patriarcal que impera en Paraguay”, en la que “las mujeres son vistas como no aptas para la vida pública y relegadas a los espacios privados, especialmente a tareas de cuidados de personas dependientes como niños, ancianos o personas con discapacidad”, expuso Soto.