El encargado de Negocios de la embajada de Haití en la República Dominicana, Edwin Paraison, afirmó ayer que en su país no hay represión política, pero admitió que producto de la crisis que vive esa nación, se han cometido “algunos deslices muy lamentables» de los que también responsabilizó a la clase política.

Puso como ejemplo los incidentes ocurridos el día 5 de este mes en la universidad estatal, donde resultaron heridas, por lo menos, diez personas.

«Este es un caso que hay que condenar y el presidente Jean Beltrand Aristide lo ha hecho y dispuso una investigación abierta para dar con los responsables de este lamentable incidente», dijo.

Explicó que como parte del gobierno, asume que se han cometido algunos errores, pero advirtió que toda la sociedad, principalmente la clase política, ha cometido sus propios errores contribuyendo a mantener una crisis durante los últimos tres años.

Resaltó que el gobierno haitiano busca, de manera sincera, una solución a la crisis y por eso acogió la propuesta de la Conferencia del Episcopado Haitiano, para que el presidente Aristides encabece un consejo de nueve notables de la sociedad haitiana para que a principios del año entrante se proceda a organizar el proceso electoral parlamentario.

Paraison señaló que lo más prioritario para el gobierno haitiano es seguir la sabia orientación de la Iglesia Católica con su propuesta de que nueve notarios de la sociedad, acompañen al Presidente en dirigir la nación cuando se produzca ese vacío parlamentario y para preparar las elecciones y cubrir las vacantes del parlamento, que hacen falta para su funcionamiento normal.

Paraison dijo entender que el presidente Aristides está dando pruebas de su voluntad política para lograr la reconciliación de la familia haitiana, en la víspera de la celebración del bicentenario de su país.

Sostuvo que la Iglesia Católica también esta desempeñando un papel en busca de esa reconciliación.

El encargado de Negocios de la embajada haitiana en la República Dominicana, reconoció que en su país hay una situación de violencia política y la misma afecta tanto a los opositores como a militantes del partido oficial así como a los funcionarios.

En ese sentido, recordó que recientemente la embajada tuvo que acoger a un funcionario superviviente de un atentado, donde murieron cuatro compañeros de este.

Dijo que los responsables de ese atentado fueron personas ligadas al denominado «brazo armado de la oposición”.

PROTESTA

El Movimiento Renovación de Haití, que encabeza Onel Maignan y un grupo de militantes, se presentaron ayer en la parte frontal de la sede de la embajada, para dar a conocer una carta de protesta que entregarían al gobierno dominicano en la que piden que se retire todo tipo de ayuda al gobierno del presidente Aristides.

En la comunicación hacen saber que la población haitiana va a celebrar su bicentenario “en un desorden sangriento bajo el régimen dictatorial, que fue electo en las elecciones antidemocráticas».

El Movimiento Renovación de Haití, señala que después de las elecciones, sus compatriotas haitianos han sido masacrados cotidianamente “por los partidarios del régimen armado Lavalas».

Denuncia que a diario se encuentran decenas de muertos en las calles y citó los hechos ocurrido el 3 de abril del 2000, cuando fueron asesinados los periodistas Leopold Dominique y Brignol Lindor.

Además, señala los incidentes del pasado día 5 de los corrientes cuando alegadamente la Policía haitiana propicio » una masacre sangrienta en Gonaives, en la que murieron 35 personas y 300 heridos de gravedad».

«Es por esta razón que el pueblo haitiano se manifiesta diciendo no a Jean Beltrand Aristides, pidiendo su renuncia de la presidencia del país en calidad de dictador. Nosotros, aquí, vivimos en el exilio, aportamos nuestra solidaridad a los estudiantes haitianos víctimas de la masacre sangrienta propiciada por el gobierno», dice la comunicación que sería entregada al gobierno, a través de la Cancillería.