Paraison: sectores en Haití quieren pescar río revuelto

Paraison: sectores en Haití quieren  pescar  río revuelto

(AP Photo/Dieu Nalio Chery)

Actores políticos y económicos de Haití intentan pescar en río revuelto con las protestas que se realizan desde hace una semana porque hay muchos intereses en juego, y no hay dudas que las pandillas armadas que dominan algunos barrios populares son financiadas.
Así lo consideró Edwin Paraison, presidente de la Fundación Zile, quien expresó además que la gestión del presidente Jovenel Moise, a quien le piden la renuncia, ha sido duramente cuestionada porque no desarrolló un liderazgo propio, no ha podido cumplir con sus promesas de campaña, y por la supuesta vinculación de su empresa AgriTrans en la dilapidación de los fondos de Petrocaribe.
Desde hace ocho días en Haití se realizan violentas protestas en demanda de la renuncia del presidente Moise, tanto por los actos de corrupción que se le atribuyen, como por la crisis económica que cada vez más lacera a la mayoría de los haitianos.
Esas protestas son dirigidas por la oposición política, bajo un esquema de manifestaciones denominado “Pays Lock”, que inició el 8 de este mes con el propósito de forzar la dimisión del mandatario haitiano, quien apenas lleva dos años en el poder.
Bajo la referida consigna están bloquedas las principales vías de comunicación del vecino país.
En ese sentido Paraison expresó que la situación haitiana está caracterizada por una crisis profunda, coyuntural y estructural.
“El presidente Moise, heredero de Michel Martelly, cuya gestión ha sido seriamente cuestionada, se encuentra cada día más aislado porque no desarrolló un liderazgo propio que le permitiera crear alianzas y fortalecer su figura.
A su entender, cuatro situaciones afectan su liderazgo: su origen político, sus promesas ambiciosas que no ha podido cumplir, la supuesta vinculación de su empresa en el caso Petrocaribe, según la Cámara de Cuentas, y sus nexos con determinados hombres de negocios que crean competencia desleal.
Además, el control de grupos armados en barrios populares que desafían la autoridad pública.
En adición a eso una crisis económica que se evidencia con la devaluación de la moneda (85 gourdes por un dólar) y sus efectos en la inflación por el alza de los productos de primera necesidad.
La respuesta del Gobierno. Paraison expresó que, frente al caos y la inseguridad, el equipo de Moise juega al agotamiento de la población para sugerir un cambio de Gobierno para calmar las presiones.
“Sin embargo, una corriente que cada día toma más fuerza es que se despida a todo el personal político, incluyendo parlamentarios y jueces, para refundar al Estado en un período de transición.
“Por lo pronto, si el presidente decide renunciar lo sustituye el primer ministro, Jean Henry Céant, de acuerdo con la Constitución, para la preparación y organización de elecciones anticipadas”, refirió.
Paraison explicó que, si Moise logra sobrevivir a esta ola de protestas porque cuenta con apoyo de la comunidad internacional, su autoridad moral y política quedarán quebradas y habrá que esperar nuevas protestas en los próximos meses.
Sobre ese aspecto el presidente del Senado, Carl Murat Cantave, refirió ayer que es inaceptable el silencio del mandatario, por lo que debe dirigirse a la nación de inmediato y asumir sus responsabilidades frente a la nación, según publicó ayer el periódico Juno7.
Los daños colaterales de las protestas. Mientras se mantienen las manifestaciones en contra del mandatario haitiano, se deterioran los servicios de salud por la carencia de recursos y la inseguridad.
Tan grave es la situación que la Asociación de Hospitales Privados de Haití alertó sobre el riesgo que para la salud pública representa el bloqueo de todas las actividades socioeconómicas de ese país.
Veinticuatro hospitales que forman parte de esa red enfrentan dificultades por la falta de electricidad, de combustibles, de oxígeno, medicamentos, medios de transporte y comunicación.
Esos déficits, dice la entidad en un comunicado, reducen su capacidad operativa para salvar vidas.
“Nosotros demandamos que se prioricen los servicios médicos con un mejor acceso a la electricidad, combustibles, mayor seguridad para nuestros locales, el personal, las ambulancias y otros medios de transporte”.
Las cifras de la crisis económica en Haití. El economista haitiano Lesly Pean expuso a Hoy el balance desolador de la economía haitiana, la más frágil del continente.
La vecina nación sufre los efectos de tres grandes déficits: comercial, presupuestario y de la balanza de pagos, mientras los ingresos del Gobierno son precarios por la alta evasión fiscal, afirmó el especialista.
“Menos del uno por ciento de los créditos se destina al sector agrícola, en un país donde el 60% de la población vive de la agricultura, y el desempleo afecta al 70% de la población.
“La población vive de las remesas que envía la diáspora, que representan un tercio del PIB; y la inflación anual es de un 15%”.
Pean expresó además que la producción de alimentos en Haití es extremadamente inferior a la demanda. Solo un renglón evidencia las consecuencias de ese desbalance: de las 500,000 toneladas de arroz que consumen los haitianos al año, se importan 400,000 toneladas.
1. Cobertura peligrosa
La Asociación Nacional de Medios Haitianos y la Asociación Nacional de Medios Independientes de Haití condenaron los actos de violencia que se escenifican en las calles, y sobre todo las agresiones que sufren los periodistas en la cobertura de esos acontecimientos, tanto de parte de los manifestantes como de los agentes policiales.
2. Pays Lock
Esas protestas son dirigidas por la oposición política, bajo un esquema de manifestaciones denominado “Pays Lock”, que inició el 8 de este mes con el propósito de forzar la dimisión del mandatario haitiano, quien apenas lleva dos años en el poder.

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