Paralización de la labor médica

Paralización de la labor médica

Los servicios de salud serán paralizados durante 72 horas por médicos y enfermeras, que recurren nuevamente a las medidas de presión en demanda de  aumento salarial. A partir de que los congresistas faltaran a su compromiso de detectar fuentes de ingresos para financiar el alza salarial en cuestión, los congresistas deberían compartir con médicos y enfermeras la responsabilidad de la interrupción de los servicios de salud en establecimientos públicos. Una vez más reafirmamos nuestro criterio en el sentido de que médicos y enfermeras merecen mejor paga, aunque insistimos en repudiar el secuestro de los servicios de salud como ariete para presionar un aumento.

El Gobierno, que ha demostrado capacidad de convocatoria para el consenso, como ocurrió en el gran diálogo, debe apelar a esa facultad para lograr un entendimiento con los médicos que permita, sobre la base de sólidos compromisos, desmontar la maquinaria de paros hospitalarios con los que sale perjudicado el segmento mayoritario de la población que está forzado a usar los servicios de los hospitales. La mera convicción de que los médicos y enfermeras necesitan mejores sueldos debería ser la llave maestra para propiciar un entendimiento, una distensión de las posiciones rígidas de ambas partes. Los  congresistas harían muy bien en recoger la palabra que han dejado rodar en este conflicto.

Más docencia y menos vagancia

Las autoridades de Educación, con el secretario Melanio Paredes a la cabeza, han desplegado ingentes esfuerzos por mejorar el índice de aprovechamiento del tiempo en escuelas públicas y colegios privados. Sin embargo, es decepcionante el gran ausentismo que caracterizó ayer la reanudación de la docencia después del asueto de Semana Santa. Profesores y empleados asistieron normalmente a los planteles públicos, pero no así los estudiantes.

Muchos colegios privados, de manera unilateral, decidieron aplazar la reanudación de las clases, a pesar de la convocatoria oficial para el lunes. Es lamentable que tomemos de manera tan relajada asuntos  tan importantes como el aprovechamiento del tiempo de clases. Sin duda, estas  pérdidas de tiempo contribuyen a la deficiente  formación de nuestros estudiantes. Un país sometido a tantos desafíos no puede darse el lujo de que alguna gente se aferre a la filosofía del negrito del batey.

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