BOGOTA (AFP).- Una fuerza de 2.033 paramilitares del Bloque Héroes de Granada, entregaron las armas este lunes ante delegados del gobierno colombiano y la OEA, elevando a 8.589 efectivos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) desmovilizados en 21 meses.
La ceremonia de dejación de las armas tuvo lugar en el municipio de San Roque (450 km al noroeste de Bogotá) con la presencia del comisionado de paz del gobierno, Luis Carlos Restrepo y el delegado de la Organización de Estados Americanos (OEA), el argentino Sergio Caramagna.
Entre los efectivos desmovilizados se encontraban Augusto Pineda, ex viceministro de Trabajo durante el gobierno de Alfonso López (1974-78) y Oscar Mira, quien se desempeñó como alcalde de la población de Yalí (Antioquia) hasta diciembre de 2003.
La entrega de armas por parte del Bloque Héroes de Granada, al mando de Diego Murillo (alias ‘Don Berna’) -solicitado en extradición por Estados Unidos por narcotráfico- es la más grande desde que se inició la negociación de paz entre el gobierno de Alvaro Uribe y las AUC, en noviembre de 2003.
Murillo es considerado por la Policía el jefe de una banda de pistoleros a sueldo que actúa paralelamente a esa facción.
La desmovilización de este grupo ha estado precedida de denuncias de que sus jefes reclutaron a jóvenes desempleados para presentarlos como combatientes y conservar así sus estructuras.
De los miembros del Bloque, 1.400 operaban en Medellín, la segunda ciudad colombiana (2 millones de habitantes) y el resto en zonas rurales del departamento de Antioquia, dijo el secretario de gobierno de la región, Jorge Mejía.
Durante el acto, según un reporte de la misión de apoyo de la OEA, los paramilitares desmovilizados entregaron un total de 1.123 armas de corto y largo alcance, abundante munición, explosivos y equipos de comunicación.
De acuerdo con un reporte oficial, con la entrega de armas este lunes, «ya son 14 las estructuras que se han desmovilizado en el marco del proceso de paz que adelanta el Gobierno Nacional con las AUC».
La negociación de paz debe llevar a la desmovilización total de las AUC -con unos 20.000 hombres en armas- a más tardar en diciembre próximo, según los compromisos suscritos entre el gobierno y los comandantes paramilitares concentrados en la población de Santa Fe de Ralito (norte) desde junio de 2004.
La desmovilización del Bloque Héroes de Granada fue precedida por la de otros 677 paramilitares del Bloque Libertadores del Sur que el sábado pasado entregaron sus armas en la localidad de Taminango, en el departamento de Nariño (fronterizo con Ecuador).
El proceso de paz con los paramilitares ha sido blanco de cuestionamientos de organismos de derechos humanos y de Naciones Unidas, que han expresado preocupación especialmente por los términos de la ley de Justicia y Paz, aprobada recientemente, y que establece beneficios judiciales para los miembros de grupos armados que se desmovilicen.
Según esas críticas la ley, que establece una pena máxima de 8 años, dejará en la impunidad los crímenes de guerra cometidos por los paramilitares en 20 años de su lucha para contrarrestar a las guerrillas izquierdistas y que comprenden asesinatos de dirigentes de izquierda y sindicales, así como cientos de masacres de campesinos señalados de colaborar con la insurgencia.
Este lunes, un editorial The Washington Post en un editorial, pidió a Estados Unidos debe hacer todo lo que esté en su poder para apoyar los diálogos con los paramilitares.
«Si los planes de desmovilización fracasan, Colombia no tendrá otra opción que regresar a la lucha (contra la insurgencia), y los líderes paramilitares que siguen traficando drogas enfrentarán una vez más la extradición a Estados Unidos», señaló el influyente diario.