Paranoia anti JCE preludia derrota de la oposición

Paranoia anti JCE preludia derrota de la oposición

Los procesos electorales post-Trujillo han resultado viciados de desconfianza, sospecha de fraude, a partir de la Era Balaguer de 22 años, cuando el déspota ilustrado perdía virtualmente en las urnas y la JCE de entonces cosmetizaba su “triunfo”.
Esa referencia se incrustó en la psiquis nacional deviniendo en paranoia, con las excepciones de los comicios donde el entonces poderoso PRD, hoy una herramienta penosa del PLD, se alzó con el triunfo electoral porque el alud de votos frenó la inconducta de la JCE de cosmetizar el evento cívico.
Ahora que las sumatorias de los sondeos endosan al presidente Danilo Medina un alto punteo entre 53% y 63% y a Luis Abinader entre un 38% y 42%, y mi sondeo es de un 56% contra un 38%, Abinader, secundado por dos “partidos”, cuestionan el trabajo encomiable realizado por el presidente de la JCE, doctor Roberto Rosario Márquez y el pleno.
Postulan por sustituir el voto electrónico y que impere el manual, desarmar los equipos de cómputos, que asiente el PLD, porque con cualquier voto acude cómodo y seguro a la cita cívica del 15 de mayo, porque la economía es lo que decide una justa electoral, y el 29 de abril el Banco Central edifica que en el primer trimestre la economía creció un 6.1%, de un total de 6% que pronostican el BID y FMI, con una inflación acumulada en 2016 de 1.8%.
Todos los sondeos reputan una alta eficiencia y confianza en el elector del trabajo de la JCE y en el de El Caribe del 29 de abril endosa a la JCE un 81.3% de calificación.
El barullo de la paranoia debe concluir y acudir sin miedo al torneo, a sabiendas del resultado.
Eso es honradez y civismo.

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