La Vega. EL presidente del Consejo Nacional de Parceleros de la Reforma Agraria (CNPRA), Apolinar Germosén (Polín), se sumó ayer a las voces que se oponen a  la explotación de níquel en Loma Miranda, tras advertir  que de ocurrir, gran parte de la producción agropecuaria desaparecería en el valle del Cibao, principalmente el cultivo de arroz y vegetales de hortaliza que precisan de reguío para desarrollarse.

Explicó que en el lugar nacen cerca de 40 acuíferos que nutren los ríos Camú y Jima, los cuales son necesarios para poder mantener el volumen de agua  para   regar cientos de miles de tareas donde se cultivan el cereal y las legumbres, en especial las orientales.

Sostuvo que los acuíferos serían afectados por la explotación a cielo abierto, poniendo en serio peligro el agua que llevan, contaminándola, tornándola no acta para el consumo humano y ni siquiera para nutrir los reguíos.

 El Consejo Nacional de Parceleros de Reforma Agraria (CNPRA) agrupa federaciones y asociaciones de hombres y mujeres que labran la tierra.

El también  regidor del cabildo vegano y productor  arrocero  afirmó que a consecuencia de la eventual explotación minera podrían secarse en poco tiempo decenas de ríos y arroyos y quedarse sin agua el sistema de riego de Rincón, Jima, Rancho Viejo, Ranchito, Junumucú, El Pino, Pontón y de otros lugares de aquí y de provincias vecinas, como Sánchez Ramírez y Duarte.

 En pie de lucha. Germosén  agregó, además, que tanto los cientos de productores agropecuarios afiliados a la Federación que dirige, como otros miles de colegas “echarán el pleito”  y están dispuestos “a dejar el cuero” en la lucha por la preservación  del medio ambiente, los recursos naturales y el derecho a  una vida sana que tienen los veganos y otros miles de residentes en el Cibao Central.

Pobreza extrema.  El presidente de los parceleros  agregó que si, eventualmente, por  la explotación minera de Falcondo Xstrata Nickel cientos de miles de tareas dejaran de cultivarse de arroz y otros rubros agrícolas, “un segmento importante de la población sería diezmada por el hambre”. En la zona se produce más de un millón de quintales de arroz al año, informó Germosén.

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Compra conciencia

Germosén denunció que la empresa minera se dedica a “comprar aliados” que la apoyen en sus pretensiones, pero que los productores, junto a otros sectores de la población están dispuestos a enfrentar a “los traidores en cualquier terreno, incluyendo esos que atacan y esperan ser llamados para coger lo suyo y entonces callar para siempre”.