Santiago, corazón del Cibao, tiene una ciudad con ciertas residencias victorianas que tienen  estructuras diferentes unas de otras. Una de ellas, especialmente curiosa, presenta su diferencia en el cuerpo lateral, donde   demuestra que el arte de la pintura se puede exhibir en cualquier lugar.

Es una vivienda de madera con un solo nivel, situada en la calle Beller esquina R. César Tolentino, levantada en un terreno alto, debido a que desde este ángulo ambas calles forman una corta cuesta. En la pared lateral que corresponde a esta última vía, las uniones de las tablas están tapadas dejando un cuerpo liso, base sobre la cual hay un enorme mural con distintas pinturas abstractas, creando composiciones artísticas que se basan en la supremacía de los elementos lineales, del color y la textura. Esta es la única residencia de este estilo existente en Santiago.

En ese mismo lateral está la entrada, con una escalinata de cuatro peldaños de una galería con cuatro pilastras de concreto cuyos cuerpos tienen huecos verticales y un balcón con balaústres cuyas  gruesas barras forman rombos que  encierran otras barras formando un cuadro. En su interior se aprecian cuatro altas puertas, dos con persianas y tragaluces, y en el alto, un ventilador triple.  Y ya en el techo de dos aguas, que se aprecia  en el lado izquierdo, su frente triangular se une al otro correspondiente al del lateral derecho, pero de forma invertida.

En la calle Del Sol, donde termina la calle R. César Tolentino, se puede observar otra  edificación victoriana, una  muy conocida en toda la ciudad, debido a que allí está instalada una oficina del periódico “La Información”. El edificio,  de un solo nivel, es de madera y está muy retirado hacia dentro, por lo cual delante presenta una pared de concreto con metro y medio de alto.

Arriba se puede observar una verja de hierro separada por cinco pilastras;  la del medio es donde está la entrada, con una escalinata de dos peldaños cuya superficie está cubierta con losetas que van a un largo pasillo con el mismo material, en cuyos laterales está un abundante jardín tupido con preciosas flores, que conduce  a su fachada, la cual -desde el medio hasta la izquierda- presenta una corta galería con dos pilares dóricos de concreto.

En su interior se encuentra una puerta con persianas y tragaluz de vidrio que al lado presenta dos ventanas con cuatro tragaluces de vidrio. En cambio, el cuerpo del  lateral derecho tiene una ventana con ocho cristales. El ventilador, cuadrado y con persianas, está en la parte frontal del cuerpo que da al techo de dos aguas. También, en el lateral derecho, en la parte de atrás, se aprecia el agregado de otra casa menos elevada, con una amplia ventana.