Parejas en conflicto ¿Dónde está la solución?

Parejas en conflicto ¿Dónde está la solución?

POR MIRFAK ROWLAND
Los divorcios en la República Dominicana están a la orden del día. Sólo en los primeros diez meses del año pasado se registraron 16.903 casos de rupturas legales, algunos por mutuo consentimiento, otros por solicitud de una de las partes.

Como consecuencia de las rupturas matrimoniales, se dan algunas situaciones que atentan contra la salud emocional de las partes envueltas en el conflicto. Y si la pareja tiene hijos en común, éstos son los más afectados, ya que, sin ser culpables, tienen que vivir la triste experiencia de tener que “compartirse” entre la madre y el padre; además de que se ven involucrados en disputas y pleitos que pueden atrofiar su personalidad y distorsionar su futuro.

Las cosas, incluso, pueden ir más lejos, ya que, luego de la ruptura definitiva de los progenitores, muchos de éstos acuden a los tribunales por diferencias en cuanto a la guarda y custodia de los menores y por incumplimientos en el pago de la pensión alimentaria, y el conflicto se convierte en un proceso largo, costoso y traumático.

 Por los motivos antes mencionados y en procura de lograr armonía familiar y evitar que el inconveniente deje secuelas negativas en los padres, pero principalmente en los vástagos, que son quienes menos deben sufrir las consecuencias de un divorcio, el Poder Judicial ha creado un proyecto piloto que nace para “facilitar a las personas en conflicto las herramientas y técnicas de la mediación familiar mediante el diálogo y la comunicación de los/as participantes, para que lleguen a un acuerdo consensuado y satisfactorio para ambos”.

La institución, denominada “Centro de Mediación Familiar”, es una dependencia del Departamento de la Niñez, Adolescencia y Familia, y ofrece servicios de mediación en los casos derivados por los tribunales y cualquier otro caso donde las partes recibirán orientación e información sobre la mediación, además de talleres, cursos, charlas y encuentros de socialización y sensibilización de entidades sociales y educativas.

Según la magistrada Arelys Ricort, coordinadora nacional de Resolución Alternativa de Conflictos del Centro, la mediación no es más que un proceso no judicial y voluntario en el cual un tercero  imparcial (mediador) ayuda, alienta, estimula y facilita la comunicación entre las personas en conflicto para que logren un acuerdo que les resulte mutuamente aceptable.

La funcionaria indicó que quienes fungen como mediadores son profesionales de diversas áreas que fueron seleccionados mediante un concurso en el que se sometieron más de 400 solicitudes, para luego ser entrenados por expertos de la Fundación Libra, de Argentina.

Agregó que la mayoría de los casos que son mediados en la institución corresponden a problemas con la demanda en guarda y custodia, desavenencias en torno a las visitas de los padres a los hijos y viceversa, por lo que se usa la mediación para lograr una conciliación y acuerdo entre las partes.

“En la mayoría de los casos, es la madre la que pone la demanda para lograr que el padre cumpla con la  pensión alimentaria, mientras que los padres la ponen para determinar a quien le corresponderá la guarda y custodia de los hijos”, destacó.

Una de las diferencias que la magistrada resaltó en cuanto a la labor del Centro y la de los tribunales, es que en el primero las partes tienen el poder en la mediación, en tanto, que en los segundos, el poder lo tiene el juez.

Por su parte, la licenciada Carmen Rosa Hernández, encargada de la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia, expresó que el objetivo de este proyecto llevado a la realidad, es el de crear conciencia en las personas de que se puede conversar de forma amigable para resolver los problemas, ya que mediante el diálogo se puede construir un mejor futuro.

Indicó además que en la mediación se saca a flote el lado humano de las personas en un ambiente más cálido y relajado que el que se percibe en un tribunal, además de que se evita el tener que resolver los conflictos con decisiones tomadas por un juez que pueden ser acertadas, pero que también  pueden dejar inconforme a una de las partes.

Agregó que no sólo se resuelven casos entre padres, también se solucionan diferencias entre padres y abuelos, y los mismos pueden ir en compañía de su abogado, el cual puede asesorar a su cliente en torno a sus deberes y derechos.

“Exhortamos a los abogados y a las familias a que se acerquen a nosotros y que colaboren con esta causa que busca mejorar las relaciones entre padres e hijos y entre las parejas que por diversas razones deciden separarse o divorciarse”, subrayó Alexis Rafael Peña, coordinador del Centro.

 El “Centro de Mediación Familiar” se encuentra ubicado en la calle Socorro Sánchez esquina Santiago, número 68, en la provincia Santo Domingo. Su teléfono es el 809-688-6070 extensión 236-242.

Errores

“Envenenar” la mente de los hijos/as contra su ex cónyuge o ex compañero, discutiendo sus defectos.

 Usar las visitas de los niños/as como una excusa para continuar discusiones con su ex compañero.

 Negar a su ex pareja el derecho a visitar a los hijos/as como sanción por no haber cumplido con el pago de la pensión alimentaria.

 Dejar de cumplir con el pago de la pensión alimentaria por el hecho de existir problemas relacionados con su derecho de visita.

 Hacer promesas a sus hijos/as que no vaya a cumplir.

 Tratar de cortar la comunicación de sus hijos/as con sus abuelos y otros parientes o amigos con los cuales han tenido una estrecha relación.

 Perder la cordura o envolverse en situaciones desagradables en presencia de los hijos/as.

 No informar a su ex pareja cuando no pueda ir a visitar a sus hijos/as.

De interés

 Las  parejas pueden acudir al Centro por recomendación de un juez, el cual suspende el proceso por 30 días en espera de que las partes lleguen a un acuerdo.

 Aquellas parejas que deseen acudir voluntariamente, pueden llamar a la institución y pedir una cita para tratar su caso.

 Más adelante, se espera instalar centros de este tipo en las principales provincias del país.

 La mediación familiar es confidencial. Todo lo que se trata en el salón de mediación queda bajo estricta discreción, tanto por parte de los mediadores como de las partes.

 La mediación es económica, segura y flexible, y se da en un ambiente puramente informal.

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