El mayor desafío para algunas personas es poder aprender a vivir con otros; poder desarrollar la inteligencia, las habilidades y destrezas para aprender a compartir de forma saludable, armónica y adaptativa. Esa convivencia marital en compartir costumbres, personalidad y diferencias, es lo que se le ha imposibilitado a cientos de parejas. De ahí, la alta tasa de divorcios, de conflictos de parejas, de matrimonios disfuncionales, de parejas tóxicas y de personas que no han logrado madurar para aprender a vivir con las diferencias y comunicar de forma asertiva sus desavenencias.

El PACAM es una institución que trabaja el maltrato físico, psicológico, emocional, sexual en las personas, parejas y familia; organizado y dirigido por un equipo multidisciplinario, que coordina Yadira Lara y mi colega y amiga Soraya Lara de Mármol, quienes me invitaron a conversar sobre parejas inteligentes, y cómo aprenden las parejas a utilizar la inteligencia social, emocional, espiritual, para aprender a salir bien, cuando a otras les va mal.

En el encuentro se pudo reflexionar sin apuros, sobre los conflictos más frecuentes de las parejas: comunicación, área económica, infidelidad, celos, problema por los espacios, inferencias de terceras personas en el matrimonio, violencia, maltrato, inmadurez en la pareja, pareja de alto riesgo y trastorno de la personalidad que afecta a las parejas. El grupo era dinámico, reflexivo e interactivo.

Allí se habló de las parejas codependientes y de las dependientes emocionalmente; también se habló sobre el sufrimiento y riesgo que padece una pareja que viva con un psicópata, un narcisista o un pasivo-agresivo. Se habló del diagnóstico, riesgo y pronóstico marital de vivir con personas con trastornos mentales, adicciones o violentas.

En cada caso se explicaba cómo se abordan estas problemáticas y cómo el psicoterapeuta guiaba la terapia. El recorrido del amor, las parejas, el noviazgo, fue planteado desde el cerebro emocional al racional.

Pero sin dejar de lado la importancia que tiene el contrato marital, verbalizado, consensuado antes del matrimonio, después del conflicto, y de lo beneficioso del contrato para prevenir posibles desacuerdos en las parejas.

Cada quien se relajaba y preguntaba; el grupo se reía y luego hacía silencio colectivo para escuchar las propuesta e indicadores de cómo no se daña una pareja, cómo se abordan los conflictos y cómo se llega a la construcción de una pareja inteligente, funcional, nutriente y oxigenante. La estrategia para ser inteligente es aprender a escuchar sin prejuicio, crecer y dejar crecer, respetar, reconocer y valorar a la pareja.

En el PACAM se ayuda a las parejas, tienen unos años acumulados y experiencia sobre violencia, maltratos, abuso psicológico, violencia intrafamiliar, etc. Pero también poseen estudios, publicaciones sobre estas problemáticas, es decir, el ambiente era académico y de un aprendizaje con diferentes enfoques.

Pero la vida es corta; la clave es hacerla armoniosa, estable, equilibrada, y para la felicidad. Y, aunque está sobreentendido que no existen parejas ideales, perfectas; sí sabemos que podemos alcanzar el proyecto de pareja inteligente y funcional. Para lograr este objetivo hay que aplicar las inteligencias social, emocional y espiritual. Al final, cada cual se fue con la esperanza y los sabios propósitos de construir a través de las terapias y de las actitudes emocionales positivas, el modelo de parejas inteligentes y funcionales.