SANTIAGO. En su casita de la calle 8 del barrio Cienfuegos, Paula Cabrera se abraza sollozante a sus nietos Robelbi y Anderson, de 4 y 5 años, hijos de Rosa Tavárez, una de las pasajeras del avión desaparecido el pasado lunes.
Mientras en el Residencial Don Luis, de El Dorado, la esposa de Carlos García, Griselda López, y sus hijas, Grismaldi Nicol, de 15 años, y Francesca, de 11, se resisten a creer la tragedia. Bladimir Rojas llora a su hermano Omar Starlin Rojas y espera que aún esté con vida.
De cada uno se apodera segundo a segundo la incertidumbre, la espera, las lágrimas y la desesperanza, porque dudan que las autoridades hayan puesto interés en dar seguimiento al caso. Insisten en que a ninguno de ellos se les ha llamado para darle una explicación.
Este caso necesita que se esclarezca, afirman tres de las familias que hoy lloran la angustia de tener que implorar a las autoridades del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) una respuesta, ya que afirman que sus familiares no iban de manera ilegal.
Porque en la percepción que yo tengo es un poco turbio, porque las autoridades competentes que son ellos, y no nos dicen nada, no han encontrado cuerpos ni restos de la avioneta. que se nos diga qué es lo que hay, porque son seres humanos los que están desaparecidos y no animales, dijo la esposa de Carlos García, Griselda López.
Él era sargento y él se fue para allá a buscar mejor vida, y mira lo que fue a buscar. Él tenía todos sus papeles en regla. En ningún momento él se fue ilegal, como han dicho por ahí, explicó entre sollozos.
Para la madre de Rosa Tavárez, Paula Cabrera, la pena es aún mayor. Se enteró de que su hija iba en el avión cuando vio su nombre y la foto en la prensa.
La clave
Irregular
Según el subdirector del Aeropuerto Internacional del Cibao, Luciano Vásquez, los ocupantes de la aeronave tenían visa de paseo. Para la madre de Rosa Tavárez, Paula Cabrera, la pena es aún mayor ya que se enteró que su hija estaba involucrada en el accidente cuando vio su nombre y la foto en la prensa. Afirma que se enteró por una amiga de que ese viaje era legal. Mi hija no me informó nunca de ese viaje, pero la situación de nosotros es miserable, dice.