SAN PEDRO DE MACORIS.-La familia de José Rodríguez (José Pley), de 59 años, supuesto homicida de los locutores Leónidas Martínez y Luis Manuel Medina, no cree la versión del suicidio. Confiaban en que sería arrestado para que aclarara los motivos del crimen.
Igual, el gobernador de San Pedro de Macorís, Pedro Mota, expresó que la población no quería ese desenlace.
El cadáver de Rodríguez fue sepultado ayer al caer la tarde en el cementerio de la carretera que va a Santa Fe. No fue velado.
Su prima Yossi Pérez, quien acudió a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) a buscar el cadáver, negó que fuera un delincuente deportado de Estados Unidos como dijo el dirigente del Partido Reformista Social Cristiano Sergio Cedeño. Explicó que vivía en Nueva York, pero que por su conducta sus parientes no lo querían en sus casas.
Señaló que fue tres veces a la emisora Radio FM 103, ya que Martínez y Medina se habían comprometido a ayudarle a resolver el problema con la compra de unos terrenos al Consejo Estatal del Azúcar (CEA).
Según los informes, Martínez le dijo que ya no podía seguir con su ayuda, por lo que supuestamente se molestó y cometió el hecho.
El reporte preliminar de Patología Forense indica que Rodríguez murió a causa de una herida en la cabeza, pero no quisieron dar a la prensa los resultados de la autopsia.
En tanto el fiscal, Pedro Núñez, dijo que la muerte del único identificado como sospechoso del asesinato de los comunicadores no cierra el caso.
Señaló que los resultados del Inacif determinarán cómo murió y si confirman suicidio aun así no concluyen las investigaciones, porque tienen que determinar las razones que lo llevaron al doble crimen.
Al respecto, el gobernador Mota dijo que la gente quería que saliera a la luz la verdad de lo que motivó a esa persona a matar a dos ciudadanos que gozaban de gran aprecio y que fueron íconos de la defensa de la democracia.
Agregó que está pendiente de las investigaciones y consideró que la verdad en estos casos debe salir a la luz clara y precisa para llevarle tranquilidad a la ciudadanía.
Expresó que trabaja junto a la Policía y al Ministerio Público para dar respuesta final a este hecho que volvió el 14 de febrero sangriento. Espera que el pueblo retorne a su normalidad.
El vocero de la Dirección Regional Sureste de la Policía, coronel Willian Alcántara, no quiso ofrecer ninguna información sobre la muerte de Rodríguez. Dijo que no estaba autorizado, ya que el caso lo maneja el Palacio de la Policía en Santo Domingo.
Un loco querido. “Aunque tenía sus problemas de conducta, todos lo queríamos y le decíamos El Loco. No tenía antecedentes delictivos en el país ni en Estados Unidos; tenía 30 años viajando”, apuntó Yossi Pérez.
Informó que hacía más de ocho años que no iba a Estados Unidos, ya que nadie lo quería por su mala conducta con su familia, por lo que vino al país y luego de la muerte de su madre decidió quedarse.
Dijo que por los demás, era muy preparado y educado, pero por una vida desordenada y el uso de drogas murió en la miseria.
Pérez contó que tenía una motocicleta pero que se la robaron y pasaba mucha hambre. Pero reiteró que no era sicario ni delincuente.
Rodríguez residía en la calle Carmen Natalia, del sector Placer Bonito y según personas que lo conocían, también en el sector Miramar y que en una ocasión tenía negocios.