La temporada de desfiles masculinos primavera-verano 2024 de París comienza este 20 de junio. El principal acontecimiento del maratón de la moda será el debut del músico estadounidense Pharrell Williams como director artístico de Louis Vuitton. La presentación es una de las más esperadas del año.

El cantante de 50 años, que se hizo mundialmente famoso por sus éxitos «Happy» y «Get Lucky», ha elegido las orillas del río Sena para mostrar su primera colección al frente de Louis Vuitton, la marca impulsora del grupo LVMH, líder mundial del lujo. El desfile tendrá lugar a las 21h30 parisinas en el Pont Neuf, un puente no lejos del museo del Louvre y de la catedral de Notre Dame.

Una agenda cargada

En una entrevista concedida a la prensa francesa, Williams declaró que quiere proponer una auténtica experiencia durante su desfile, para el que se están disputando las invitaciones hasta el último minuto. «Algunos invitados pueden sorprenderse e incluso escandalizarse, aunque ese no sea el objetivo», explicó, manteniendo en secreto los detalles de la colección. Una parte de las orillas del Sena estará cerrada al tráfico de vehículos y algunos invitados deberán llegar en barco.

Además del desfile de debut en Vuitton, Williams inaugurará en París la exposición «Just Phriends», una muestra organizada en colaboración entre Joopiter, una casa de subastas fundada por el propio músico, y Sarah Andelman, propietaria de la icónica concept store Colette, que cerró sus puertas en 2017. Con entrada gratuita, el evento se celebrará en una mansión del siglo 18.

Por si fuera poco, esta semana inaugura un pop up store de su colaboración con la marca Adidas. Instalado durante tres días en el barrio del Marais, en pleno centro de la capital, la tienda efímera venderá zapatillas de la línea Samba, diseñadas por el cantante.

Icono de la moda

La moda masculina sólo representa el 5% de la facturación de Vuitton. Pero los expertos apuestan a que la llegada de Williams tendrá un impacto positivo en las ventas de las demás líneas de la marca.

Desde febrero, cuando se anunció el nombre de Pharrell Williams para asumir la dirección artística de las líneas masculinas de Vuitton en sustitución de Virgil Abloh, fallecido prematuramente en noviembre de 2021 a causa de un cáncer, todos los que siguen la industria de la moda han querido saber cómo el autor de éxitos planetarios integrará su estilo en una de las marcas de moda más conocidas del mundo.

Después de todo, su elección para el cargo fue vista con sorpresa por muchos. A sus 50 años, Williams ha tenido una carrera marcada por la música, con 13 premios Grammy y dos nominaciones al Oscar por su contribución a la música de cine. Sin embargo, el estadounidense ya ha tenido varias experiencias en el mundo de la moda.

En 2003, fundó la marca de ropa Billionaire Boys Club junto con el diseñador japonés Nigo, que actualmente diseña las colecciones de Kenzo, también perteneciente a LVMH. Además, el cantante ha colaborado con varias marcas, desde Moncler a Adidas, pasando por Chanel, con la que mantiene una larga relación, participando en desfiles de moda y campañas publicitarias.

Williams también es famoso por sus memorables looks. Ya sea en sus videoclips, con un sombrero de copa diseñado por Vivienne Westwood que acabó por ganarse su nombre, o en las alfombras rojas de los eventos más fashion, con un smoking con pantalones cortos en los Oscar de 2014, la ropa y los accesorios que ha lucido el músico le han convertido en un personaje presente en las páginas de las revistas de moda.

En busca de una clientela más joven

El cantante también tenía una fuerte conexión con el propio Abloh. Ambos se admiraban mutuamente y compartían su pasión por el mundo del monopatín, el arte y la música. Al igual que Williams, el ex director artístico de Vuitton era conocido por su polivalencia -incluso ejercía de DJ cuando tenía tiempo- y su capacidad para atraer a los jóvenes a sus proyectos profesionales.

Y es el talento de Williams para moverse entre disciplinas artísticas -siempre con una buena visión para los negocios- lo que parece haber atraído a los directivos del grupo LVMH. «Su capacidad para romper las fronteras entre los diferentes mundos que explora encaja de forma natural con la dimensión cultural de Louis Vuitton, reforzando sus valores de innovación y espíritu pionero y emprendedor», afirmaba la dirección de la marca en su comunicado al anunciar el nombramiento de Williams.

En otras palabras, ha sido elegido como director artístico, y no como estilista, con la misión de reforzar las pasarelas entre la marca y el público más joven, clientela prioritaria de toda la industria del lujo actual.

Pero los criterios que han llevado al grupo a elegir a Williams para firmar las colecciones masculinas de Vuitton van mucho más allá de su versatilidad y sus looks. Uno de los elementos de peso es que llega a Vuitton cargando en su maleta con más de 14 millones de seguidores en Instagram, un volumen de consumidores potenciales que impresiona incluso a los más conectados de la industria de la moda.

Compromiso y representatividad

Además, Williams se beneficia de una imagen de personalidad comprometida. Activo en acciones contra la discriminación, como la ONG Yellow, que lanzó para luchar por la igualdad de oportunidades de los jóvenes a través de la educación, o el proyecto Black Ambition, que pretende ayudar a emprendedores sin recursos a lanzar startups, el cantautor responde a una demanda de responsabilidad social cada vez más esperada por los nuevos consumidores.

El hecho de que sea negro demuestra el esfuerzo de representatividad en una industria que no siempre ha prestado atención a esta cuestión. Para hacerse una idea, cuando Abloh fue nombrado en 2019, era uno de los únicos directores artísticos negros al frente de una maison de lujo europea. Antes de él, Ozwald Boateng había firmado las colecciones de Givenchy a principios de la década de 2000 y Olivier Rousteing dirigía y aún pilota Balmain.

Con más de 20.000 millones de dólares en ventas anuales de aquí a 2020, Vuitton es esencial para el grupo LVMH y esto pesa en la elección de un nuevo director artístico, lo que aumenta las expectativas sobre su rendimiento, entre otras cosas porque otras celebridades, como Lindsay Lohan, Kanye West o Rihanna, no han tenido mucho éxito en el mundo de la moda.