LONDRES (EFE).- Una carta bomba fue recibida ayer en el despacho de un eurodiputado laborista británico en Manchester (norte de Inglaterra) y, aunque se incendió al ser abierta, no causó heridos.

La carta fue dirigida contra Gary Titley, líder de los laboristas británicos en el Parlamento Europeo, y la abrió su secretaria en la oficina de Radcliffe, afueras de Manchester, cuando estaba sola, lo que le causó lesiones menores en una mano, informó la policía.

Este hecho se ha producido el mismo día en que otros miembros del Parlamento Europeo fueron objeto en Bruselas de intentos de atentado en un nuevo episodio de la campaña terrorista con cartas bomba dirigida contra personalidades de las instituciones de la Unión Europea.

Dos cartas bomba fueron enviadas hoy contra Gert Pottering y José Ignacio Salafranca, presidente y vicepresidente, respectivamente, del grupo del Partido Popular Europeo (PPE).

Posteriormente se informó de que otra carta bomba fue dirigida al parecer contra Jonathan Evans, representante de la delegación británica del grupo popular en la Eurocámara.

En el caso del suceso de Manchester, el incidente, que se produjo a las 11.00 GMT, fue relatado por el propio político laborista, que es vicepresidente del Grupo Parlamentario del Partido de los Socialistas Europeos.

«Esta mañana, un miembro de mi personal abrió un paquete dirigido contra mí y de inmediato se incendió. Por suerte, nadie resultó herido aunque, desde luego, se trató de un incidente impactante», dijo Titley.

La policía acudió al despacho del político sobre las 11.30 GMT, una vez que explotó la carta bomba.

Un portavoz policial explicó que «la secretaria del señor Titley abrió el paquete y este estalló como un petardo, causándole heridas leves en la mano».

Se cree que detrás de estos ataques podrían estar grupos anarquistas italianos.

El primer atentado de estas características contra los representantes de las instituciones de la UE fue perpetrado contra el presidente de la Comisión, Romano Prodi, quien resultó ileso, y después se registraron otras misivas semejantes dirigidas al responsable del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y las sedes de Europol y Eurojust (en Holanda).