París. Una reforma laboral que ha sido motivo de agrias protestas en Francia fue definitivamente adoptada por el Parlamento luego que el gobierno usó un recurso legal especial para garantizar su avance sin votación.
El primer ministro Manuel Valls argumentó ante la cámara baja que la propuesta, que facilitaría los despidos y ampliaría la semana laboral, es necesaria para crear empleos y hacer a la economía nacional más competitiva.
El gobierno empleó el recurso legal debido a que los partidos no se ponían de acuerdo en torno a las reformas.
La propuesta fue el motivo de meses de violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes de izquierda, que acusan al gobierno de socavar la democracia y de revocar protecciones laborales logradas tras décadas de lucha.
Los sectores más conservadores, en cambio, dicen que las reformas son demasiado débiles.