PUERTO PRINCIPE.- El parlamento quedó reducido a la impotencia el lunes al expirar los períodos de la mayoría de los legisladores por un persistente estancamiento político que ha evitado que el país convoque a nuevas elecciones.

El dilema tiene sus raíces en las disputadas elecciones legislativas realizadas en mayo del 2000. La oposición se ha negado a participar en nuevos comicios a menos que renuncie el presidente Jean-Bertrand Aristide, quien se ha negado a hacerlo.

De los 27 senadores, cuatro concluían sus periodos el lunes. Ocho habían renunciado anteriormente, lo cual deja a sólo 15 miembros. Además del Senado, expiraron los períodos de los 83 integrantes de la Cámara de Diputados.

«El gobierno seguirá adelante. Aristide no gobernará por decreto ejecutivo», dijo el senador Clones Lans, cuyo período concluyó. «Pero las elecciones son importantes. No podemos seguir en forma indefinida sin un parlamento».

El apuro legislativo ocurrió mientras estudiantes universitarios realizaban el lunes otra marcha antigubernamental y en el país se profundizan la pobreza y la agitación popular, al tiempo que es objeto del escrutinio internacional.

El Senado puede seguir reuniéndose con un quórum de 14 integrantes, pero no será aprobada ninguna ley nueva ni puede autorizarse el pago de los préstamos pendientes. El nuevo presupuesto fue aprobado antes de que expiraran los períodos de los legisladores.

El ex senador y líder opositor Paul Denis dijo que la crisis legislativa es el golpe más reciente al gobierno de Aristide, aquejado por los problemas.

«Se acerca el momento de que Aristide caiga del poder», dijo Denis. «No hay parlamento, pero él y su gobierno pretenden gobernar a pesar de su ilegalidad».

[b]ODCA expresa preocupación Haití[/b]

La Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) manifestó hoy en la capital chilena su «preocupación» por la situación política y social de Haití, sacudido por una ola de violencia política que ha dejado muertos y heridos en las últimas semanas.

En un comunicado emitido en Santiago de Chile, firmado por el presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), el chileno Gutenberg Martínez, el organismo exhorta también a la comunidad internacional a «observar cuidadosamente» los hechos en Haití.

También a promover mecanismos para una solución pacífica a las diferencias políticas y vigilar el pleno respeto a los derechos humanos en ese país.

La ODCA, asimismo, demanda al Gobierno y a sus autoridades «a cumplir su tarea de proteger la seguridad de las personas y sus bienes y garantizar el derecho de los haitianos a ejercer sus derechos civiles y políticos, incluido el derecho a expresarse».

El organismo reitera su respaldo a los esfuerzos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Comunidad Caribeña para un entendimiento entre el Gobierno y la oposición «que aseguren garantías electorales igualitarias, gobernabilidad y una salida pacífica a la crisis política de Haití».

El 9 y 10 de enero, ese país, el más pobre de América, vivió una huelga general convocada por la opositora Convergencia Democrática, que acusa al gobierno de Jean- Bertrand Aristide de fraude en las elecciones de 2002 y busca su salida del poder.

El presidente haitiano asegura que cumplirá su mandato hasta 2006.