El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, manifestó ayer que la crisis económica podría agudizarse debido a la orden del Gobierno de bajar los precios de algunos productos en 26 cadenas de supermercados, y alertó a la comunidad internacional.
La Comisión de Política Exterior del Parlamento dijo que el Gobierno venezolano busca “trastocar y tomar control de los procesos de distribución y venta de alimentos” después que la Superintendencia Nacional para Derechos Socioeconómicos ordenara bajar precios de algunos productos.
Para el Parlamento, la medida -que afecta a más 20 cadenas de supermercados- “es una acción efectista que busca bajar la presión de la población para acceder a los recursos debido a la hiperinflación” y “dado que esto había producido revueltas y saqueos en varias regiones” de Venezuela. Así, la comisión señala que esta medida busca “que el pueblo venezolano se postre, se arrodille y se humille ante la voluntad de (el presidente Nicolás) Maduro”, ya que según dijo, estas acciones producirán más desabastecimiento, y que sea sólo el Gobierno quien tenga productos “disponibles” a través de sus programas de abastecimiento.
Por otra parte los supermercados en Caracas volvieron ayer a la aparente normalidad luego de que el sábado se registraran largas filas para adquirir productos tras la orden de baja de precios. Un trabajadora de un supermercado dijo que la rebaja se registró en algunas marcas de atunes y de queso fundido, algunas hortalizas, huevos, jabón, queso, jamón, salchichas, galletas y mantequilla.