Parque Juan Pablo Duarte

Parque Juan Pablo Duarte

JOSÉ ANTONIO NÚÑEZ FERNÁNDEZ
El sábado 2 de julio del discurrente año 2005 hubo en Jarabacoa un interesante acto en que se dieron cita los espíritus pueblerinos de una pujante comunidad y se aglomeraron en rondas de vistosa gala. Se trataba en la feliz ocasión de la reapertura del viejo parque Juan Pablo Duarte. Jarabacoa es un bello pueblo enclavado por la mano de Dios, entre los enhiestos árboles de las más bellas alturas cordilleras.

Aquí no podemos hoy callar que en nuestras luchas libertarias los hombres de Jarabacoa, comulgaron siempre con el ideario de Juan Pablo Duarte, el fundador esclarecido de la República Dominicano.

Por eso, necesario se hace evocar el nombre del general José Durán, un hijo de Jarabacoa que con hombres de su pueblo se adentró en tierras del Sur para que en esas comarcas se impusiera a partir del 1864 la brava lucha restauradora. Y catorce años después, en el 1878 los generales Cándido de Vargas y Norberto Tiburcio durante siete meses realizaron hazañas increíbles en la gloriosa «Revolución de los Pinos», que ayudó a sepultar definitivamente el baecismo antiduartiano y extranjerizante.

Un pueblo de conciencia duartiana necesariamente tenía que darle a su principal parque recreativo el nombre ilustre de Juan Pablo Duarte.

Los caballeros de más avanzada edad que el pasado sábado 2 de julio se dieron cita para la reapertura del remozado parque, en su niñez caminaron y corretearon por las calzadas y paseos de ese parque que cuando ellos nacieron ya existía. El remozamiento y acondicionamiento de ese parque se debió a los ingentes esfuerzos de «La Fundación Huáscar Rodríguez Herrera Incorporada».

Las invitaciones para la reapertura del citado parque fueron extendidas por el industrial don Huáscar Rodríguez Herrera y el síndico municipal don José Antonio Abreu. En el bello acto que contó con la más completa asistencia pueblerina, la bendición fue impartida por monseñor Tomás Abreu Herrera, obispo de la diócesis de Mao-Monte Cristy, quien es un hijo destacado de la comunidad que bebe las aguas del legendario río Jimenoa.

También con palabras hermosas y emotivas se dirigieron a los presentes, el síndico don José Antonio Abreu y la señora doña Raisa Josefina Rodríguez de Cruz Jiminián.

En el acto de inauguración, reapertura o fiesta de remozamiento del parque Juan Pablo Duarte, los presentes pudieron apreciar que en los menesteres de hermoseamiento, en lo económico no hubo regateo, no se escatimaron los medios pecuniarios para que la belleza y el esplendor se impusieran y dieran las notas más altas. Así la regia glorieta, los canteros repletos de hermosas flores y las aplicaciones ornamentales de que fue objeto un centenario samán que se levanta en el parque. El tronco de ese viejo samán fue primorosamente enverjado y además cubierto de galanas orquídeas.

Ese árbol nos recuerda uno de la misma especie que en Venezuela nombrado era como «El Samán de Güere», al pie del cual se decía que muchas veces a meditar se sentó el Libertador Bolívar cuando soñaba llenar de pueblos libres las estribaciones de Los Andes.

Las felicitaciones efusivas y sinceras merecen «La Fundación Huáscar Rodríguez Herrera Incorporada, el señor síndico don José Antonio Abreu y el señor obispo Tomás Abreu Herrera, tres hijos de Jaracaboa que muy felices se sintieron por la dorada realidad que fue la apertura del remozado parque recreativo Juan Pablo Duarte de Jarabacoa.

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