– Tiene razón Reinaldo Pared Pérez, presidente del Senado: en la aprobación del proyecto de Ley que declara a Loma Miranda parque nacional se impuso la opinión pública, la voluntad de los sectores abanderados de que se preserve intacto ese patrimonio natural como un legado para las futuras generaciones. Pero también cuando afirma que la experiencia debería ser aprovechada para que los Poderes Ejecutivo y Legislativo hagan posible una ley minera responsable, “que permita la explotación de los recursos que tiene el país en el subsuelo”. El presidente del Senado y aspirante a la candidatura presidencial del PLD fue lo suficientemente honesto como para reconocer que la comisión especial que estudió el proyecto de ley, integrada por políticos que piensan y actúan como políticos, atendió antes que nada “el sentir nacional”. Eso quiere decir que en la decisión final de los senadores, incluyendo, por supuesto, a su presidente, se impusieron las razones políticas, no las técnicas y científicas, con todo lo que eso implica. ¿Se puede afirmar, en esas circunstancias, que se tomó la decisión más racional, la que mas le conviene a un pobre y jodido país que todavía no ha encontrado el camino para salir de su pobreza? Eso está por verse. Como está por verse también si el Poder Ejecutivo y el Legislativo podrán hacer posible, como espera Reinaldo, esa política minera responsable que permita explotar la riqueza de nuestro subsuelo, pues al fin y al cabo la decisión seguirá estando en manos de los políticos y sus intereses de ocasión.