El director ejecutivo de Participación Ciudadana, Carlos Pimentel, afirmó que en los actuales momentos la República Dominicana no puede decir que tiene un sistema de gestión penitenciaria, sino un híbrido (compuesto por el nuevo modelo y el viejo) con incoherencia y con los mismos problemas de hacinamiento y violación de los derechos de los internos.

Pimentel se refirió al tema a propósito del desmantelamiento la semana pasada de una presunta banda de sicarios y narcotraficantes que operaba en La Romana, dirigida por el alegado narco Jesús Pascual Cabrera Ruiz, quien cumple prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación de esta provincia.

Carlos Pimentel/Pablo Matos

«Tenemos reclusos que siguen operando desde las cárceles y las autoridades no tienen ningún tipo de control», enfatizó.

Sostuvo que la única forma sobre la cual un recluso puede operar es con la complicidad de las autoridades que tienen la responsabilidad de la custodia de los centros penitenciarios o de las cárceles del país.

Preocupante. Mientras que el presidente de la Fundación Justicia y Transparencia, Trajano Vidal Potentini, calificó como muy preocupante que desde las cárceles del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciario, reclusos que se encuentran ingresados dirijan organizaciones delictivas vinculadas al narcotráfico y el sicariato.

«Es muy preocupante…; la Procuraduría General de la República tiene que tomar carta en el asunto, tiene que darle un seguimiento especializado; tiene que poner el modelo penitenciario que se advierte que el mismo tiene muchas virtudes, pero eso tiene que concretarlo en la práctica«, expuso Potentini.

Agregó que las autoridades también deben poner de un mayor presupuesto para atender necesidades en las penitenciarías, además de la construcción de más cárceles para proceder al descongestionamiento de las existentes.

Durante el operativo, en el que murieron dos hombres a quienes las autoridades vinculan con la banda de Cabrera, fueron sometidas hoy a la justicia 13 personas.

Además, en contra de Cabrera, acusado de delitos de lavado de activos producto del narcotráfico, fue sometido a un proceso judicial paralelo al que lleva por lavado de activos producto del narco, tras ser acusado de encabezar la banda desmantelada el pasado sábado.