El movimiento cívico no partidista Participación Ciudadana reclamó al liderazgo político y sobre todo al presidente de la República, que «aporten cordura y sensatez», a los fines de no embarcar al país en un proceso de reforma constitucional sin importar los argumentos que algunos enarbolen para tal despropósito.
«En estos momentos, con una cargada agenda electoral, nos enfrentamos a numerosos retos en la aplicación de dos leyes nuevas, algunas de cuyas disposiciones ya han sido declaradas no conforme con la Constitución, mientras otras han merecido una interpretación diferente a la que se traduce del texto literal. Esto obliga a la Junta Central Electoral a hacer ajustes apresurados en las cercanías de las primarias y de las elecciones, en las cuales se aplicará además, un sistema automatizado completamente nuevo», señaló.
El coordinador general de Participación Ciudadana, Heiromy Castró, declaró que el país había logrado un acuerdo de utilizar la fórmula norteamericana de dos períodos presidenciales y nunca más, la cual fue apoyada de viva voz por el presidente Danilo Medina, y así quedó consagrado en la modificación constitucional que éste promovió en el año 2015.
«Hace solo un mes, ante la firme oposición de numerosos sectores, el mismo Presidente se vio precisado a liberar al país de la incertidumbre provocada por los intentos de introducir un proyecto de modificación constitucional para permitirle ser nuevamente candidato en el 2020», señaló.
“Ahora volvemos nuevamente a la amenaza de modificar la Constitución con el objetivo de habilitar al presidente Medina para una nueva postulación en el 2024. Este país no merece tanto sobresalto y mal podría la clase política enviar a la población un mensaje tan negativo de irrespeto a los avances logrados, especialmente los relativos a la limitación de la reelección y a la separación de las elecciones”, aseguró Castro.
Señaló que sustentar la necesidad de la reforma en la unificación de las elecciones municipales con las congresuales y presidenciales no es otra cosa que una excusa, «pues la separación fue fruto de un acuerdo nacional en el 1994, siguiendo las mejores experiencias democráticas en el mundo».
«Sin mayores problemas se celebraron en el 1998, 2002, 2006 y 2010. La unificación en un mismo año viene de la reforma del 2010 y fue realizada por los actuales legisladores con la supuesta intención de reducir la campaña electoral permanente. Esta intención no se ha logrado, el país sigue en campaña permanente y nadie puede afirmar que sea culpa del avance democrático que representa la separación de las elecciones».
Resaltó que tampoco es válido el argumento de que la cantidad de impugnaciones que resultarían de las elecciones municipales retrasaría la proclamación de los candidatos elegidos, y esos conflictos se estarían dirimiendo durante la campaña para las elecciones congresuales y presidenciales.
«El órgano responsable de dirimir tales conflictos no tiene funciones administrativas en la organización de las elecciones y puede continuar decidiendo los mismos durante el tiempo de la campaña congresual y presidencial sin afectar estas elecciones, dijo.
Precisó que el argumento de la necesidad de la reforma para poner un doble candado a las disposiciones constitucionales que tratan sobre la reelección, y evitar su constante modificación, es una idea que puede esperar que concluya el proceso electoral y asuman los nuevos funcionarios que resulten electos.
Agrega que lo antes dicho «daría mucho más legitimidad al proceso, pero además permitiría un reforma que aborde la necesidad de restaurar la tan necesaria independencia de la justicia dominicana, lo que es imposible de acometer en medio de un proceso electoral».