Puerto Príncipe, 23 feb (EFE).- La consigna entre los partidarios de Jean-Bertrand Aristide en Puerto Príncipe es muy clara, «proteger al presidente», y para ello se movilizan barrios enteros ante el empuje de las fuerzas rebeldes en otras partes del país.

En la zona septentrional de la capital haitiana se encuentra el aeropuerto internacional Toussaint Louverture, colindante con la Ruta Nacional 1 que conduce hacia el norte de país, hacia las ciudades de Gonaives y Cabo Haitiano.

La primera cayó en manos de los rebeldes opuestos al presidente Aristide la semana pasada.

Y ayer domingo, tras días de avisos por parte del jefe militar rebelde Guy Phillippe, un numeroso grupo de insurgentes capitaneado por él, expulsó de Cabo Haitiano -la segunda ciudad del país, con cerca de un millón de habitantes- a la guarnición policial fiel al presidente haitiano.

Pero en los alrededores del aeropuerto de Puerto Príncipe también se encuentra la residencia privada de Aristide. Y los habitantes de los barrios cercanos están dispuestos a proteger a su presidente por si la policía no es suficiente.

Los caminos de acceso en los barrios de Cazeau, Carrefour Clercine y Sarthe están salpicados por barricadas colocadas y mantenidas por sus habitantes.

«Vamos a proteger al presidente. Los de la oposición no van a llegar hasta aquí», grita un joven haitiano alrededor de una hilera de chasis de vehículos y piedras colocadas en la calzada de una de las calles de Cazeau.

Pero lo cierto es que en la noche del sábado, un grupo armado de opositores llegó hasta el corazón del barrio, situado cerca de la residencia privada de Aristide, ahuyentó a los policías de la comisaría y liberó a un grupo de presos.