Partido de Lula pide perdón

Partido de Lula pide perdón

BRASILIA (EFE).- El Partido de los Trabajadores (PT) ofreció ayer un «pedido de disculpas» a Brasil por los escándalos de corrupción que le salpican, mientras una marcha convocada por la oposición de izquierda exigió adelantar las elecciones del 2006.

En una nota oficial difundida al mismo tiempo que en Brasilia unas 8.000 personas llamaban «traidor» al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el PT presentó «un primer pedido de disculpas a la Nación, por actos que le comprometen moral y políticamente».

En el comunicado, el partido fundado por Lula admitió que existen «nuevas denuncias relacionadas con financiación paralela de campañas electorales» que le «envuelven directamente», pero sostuvo que «las instancias formales» de esa formación no sabían de esos hechos.

La Dirección Nacional del PT se comprometió a aplicar «sanciones ejemplares» a los corruptos, pero también reconoció que «desconoce si otros hechos de esa naturaleza saldrán a la luz pública».

El PT está acusado de financiación ilegal de campañas, de ocultar a las autoridades electorales y fiscales parte de su contabilidad, de haber usado recursos del exterior para actividades políticas, de obtener créditos en forma fraudulenta y de lavado de dinero, entre otras irregularidades.

Todo ello supone gravísimos delitos electorales que pueden conducir a la ilegalidad del partido y llevar a la cárcel a muchos miembros de la dirección nacional, que renunció en pleno hace un mes, arrastrada por las denuncias.

Acusando el golpe, el PT convocó en la nota a todos sus militantes a manifestarse el próximo 27 de agosto «en defensa del partido y del mandato del presidente Lula».

Según el comunicado, las corruptelas descubiertas «han creado una situación de verg~enza para el PT y su gobierno» y «es imposible evaluar, en este momento, la profundidad y gravedad de los daños».

Pero una prueba de esos daños se vio hoy en la Explanada de los Ministerios, una avenida de Brasilia en la que se concentran los tres poderes del Estado, donde unas 8.000 personas protestaron contra Lula y exigieron que se adelanten las elecciones previstas para octubre del año próximo.

La marcha, convocada por partidos de la oposición de izquierda, convocó a un número de personas similar al que el martes, en el mismo lugar, se manifestó en favor del presidente y contra quienes se inclinan por someterle a un juicio con fines de destitución.

«Exigimos la celebración de un plebiscito para que la población decida si este Congreso y este gobierno, envueltos en corrupción, deben seguir gobernando o tienen que salir por medio de una elección anticipada», declaró el diputado Joao Batista de Araújo, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL).

La manifestación, en la que la multitud coreó con fuerza «Fuera Lula», transcurrió pacíficamente y concluyó sin incidente alguno.

Lula, que el martes recibió a una comisión de los manifestantes que tomaron las calles en defensa de su gobierno, no escuchó hoy los gritos de la oposición de izquierda.

El presidente optó por viajar al estado de Bahía, donde visitó una pequeña aldea situada a unos 1.400 kilómetros de Brasilia en la que inauguró una red que dotará de electricidad a los campesinos de la región.

Lula reiteró que su conciencia «está tranquila» en relación con los escándalos y volvió a prometer un «castigo ejemplar» para todos los culpables, sean del partido que sean.

«Muchos quieren lanzar la corrupción hacia adentro del Palacio (presidencial) de Planalto, pero yo estoy abierto como corazón de madre. Tengo mi conciencia limpia y tranquila», declaró en aparente alusión a sectores opositores que se han pronunciado por someterle a un juicio político por su presunta responsabilidad.

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