EFE 
MONTEVIDEO, Uruguay. El partido político del presidente saliente, José Mujica, que obtuvo reconocimiento internacional por reformas sociales como la legalización de la marihuana o el matrimonio homosexual, lidera las elecciones del domingo para sustituirlo pero la victoria está lejos de ser segura.
Las encuestas sugieren que ninguna de las formaciones de los dos principales candidatos a la presidencia — el Frente Amplio de izquierdas de Mujica y el Partido Nacional de centroderecha — obtendría el 50% de los votos necesario para evitar una segunda ronda el 30 de noviembre.
El Frente Amplio, una coalición de centroizquierdistas, comunistas y ex líderes de la guerrilla, tiene el 44% de apoyos de los electores, según un sondeo realizado entre 2.008 votantes entre el 4 y el 19 de octubre por la encuestadora uruguaya Factum.
Los votantes elegirán al presidente y los nuevos legisladores a la vez, lo que significa que el partido podría perder también su mayoría parlamentaria.
El Partido Nacional fue segundo con el 32% de intención de voto, mientras que el apoyo para el Partido Colorado de derechas fue del 15%. La encuesta tiene un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales.
Tabaré Vázquez, el candidato a presidente de 74 años del Frente Amplio, ya lideró Uruguay entre 2005 y 2010. Su principal rival, el aspirante del Partido Nacional Luis Alberto Lacalle Pou, de 41 años, es hijo de un ex presidente. En un distante tercer puesto está Pedro Bordaberry (54), del Partido Colorado, cuyo padre fue elegido presidente y luego tomó el poder como dictador.
La ley uruguaya impide a Mujica presentarse para otro mandato.
Mujica sigue siendo popular tras liderar a Uruguay durante un periodo de crecimiento económico y subidas salariales. Pero los críticos dicen que su gobierno no pudo hacer frente a problemas de educación, seguridad y protección medioambiental.
“Una parte de la sociedad ha cambiado su estado de ánimo y parece estar demandando nuevas ideas de los dirigentes políticos”, dijo Daniel Chasquetti, politólogo de la Universidad de la República en la capital del país, Montevideo. Aunque reconociendo los logros de Mujica en el ámbito económico, Lacalle Pou hizo campaña con la promesa de centrarse en la delincuencia y la educación.
“La gente está satisfecha con la situación económica y más de la mitad aprueba la gestión de Mujica”, dijo Adriana Raga, una analista de la empresa de consultoría Cifra. “Pero también tuvimos dos mandatos consecutivos del Frente Amplio, y varios problemas no fueron resueltos, entre ellos la seguridad pública y la educación”.
El aumento de la delincuencia ha elevado las preocupaciones por la seguridad en la nación sudamericana de 3,2 millones de habitantes. En cuanto a la educación, los estudiantes uruguayos han quedado entre los peores del mundo en matemáticas, ciencia y compresión lectora.
Lacalle Pou dijo también que buscará modificar la ley encabezada por Mujica para crear el primer mercado nacional legal de marihuana del mundo. Seguiría permitiendo a los consumidores el cultivo de plantas en sus casas para consumo personal, pero terminaría con el papel del gobierno en la producción y venta de la marihuana.
Los uruguayos también votarán en un referéndum si se reforma la Constitución para bajar la edad por la que una persona puede ser acusado penalmente como adulto de los 18 años actuales a 16.
