PARÍS
El Partido Socialista francés sufrió una derrota histórica ayer en la primera vuelta de las legislativas, en las que no alcanzaría los 40 escaños en la Asamblea Nacional, un resultado que marcaría «el fin de un ciclo», según sus dirigentes.
El partido del presidente saliente François Hollande, que controlaba hasta ahora la Asamblea Nacional con cerca de 300 diputados, obtendría entre 15 y 40 escaños de los 577 totales, según las primeras proyecciones. Si la tendencia se confirma en la segunda vuelta del domingo, el colapso del PS sería aún peor que el que sufrió en 1993, cuando pasó de 278 a 56 bancas en la Asamblea.
Por otro lado, el movimiento del presidente Emmanuel Macron dio un primer paso para obtener una mayoría parlamentaria absoluta, una condición esencial para realizar las reformas con las que espera sacar a Francia del estancamiento económico. Su movimiento político, La República en Marcha (LREM), obtuvo en la primera vuelta de legislativas 32.32% votos, lo cual corresponde a entre 390 y 445 escaños de 577.