Siempre es bueno recordar, sobre todo para las nuevas generaciones, cosas de las cuales normalmente no se escribe, pero que tienen que ver con nuestra historia partidista contemporánea, al margen de las ideologías, candidatos o contradicciones. Y, como me referí en el artículo anterior a la idea de la dirigencia reformista de convertirse en partido de cuadros, tema que no sabía que iba a causar tanta atención, llamadas y correos, trataré de refrescar los que han sido partidos de cuadros en nuestro país.
Podría decirse que el primer partido de cuadros fue el Partido Socialista Popular (PSP), aunque, según el distinguido amigo José Israel Cuello, por el hecho de haber surgido en la clandestinidad, su estructura podría definirse como organización de células. Pero independientemente de ese atinado y valido señalamiento, igual fue una organización de cuadros.
El 14 de Junio fue otra organización que surgió bajo el concepto de cuadros. Y aunque llegó a realizar manifestaciones de masas inmensas, su estructura descansaba en la modalidad de cuadros o células. Sin pretender significar que una cosa y la otra son necesariamente sinónimas.
El desaparecido Partido Revolucionario Social Cristiano, en sus inicios fue un partido de cuadros. Que además creó un centro de formación político-doctrinaria, en el cual impartieron clases destacadas figuras nacionales e internacionales, por donde pasaron miles de jóvenes de todo el territorio nacional. Condición indispensable para ocupar una posición en las estructuras partidarias. Muchos de los cuales luego se insertaron en diferentes organizaciones políticas y civiles.
El Movimiento Popular Dominicano (MPD) también fue un partido de cuadros o células. Igualmente otras organizaciones o movimientos de la llamada izquierda se formaron bajo la misma modalidad.
El último partido de cuadros en el país fue el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) bajo el liderazgo del profesor Juan Bosch. Quien instituyó los Círculos de Estudios.
Pero todos los partidos y organizaciones señalados anteriormente, comenzaron o se iniciaron como partidos de cuadros y/o células. Algunos desaparecieron, se fragmentaron o se fusionaron, pero siempre anhelando masificarse. El PLD se mantiene, pero ya masificado.
El Partido Revolucionario Dominicano, que nació en el exilio, al llegar al país de inmediato se masificó y llegó al poder en las primeras elecciones después de la caída de la dictadura trujillista. Pero a pesar de que luego iniciaron labores de formación política, nunca fue un partido de cuadros.
Por eso expresé la semana pasada, que resulta inaudito que una organización política que gobernó el país en varias ocasiones y ha participado en múltiples eventos electorales, luego de 55 años de existencia, proponga que a partir de ahora se convertirán en partido de cuadros.
Eso ha dado lugar a que algunos agudos ciudadanos que han escrito o llamado, cuestionen sobre si los dirigentes de dicha organización, que en la actualidad disfruta del 80% del presupuesto asignado a los partidos mayoritarios, han pensado en que, al convertirse en partido de cuadros, estarían poniendo en peligro ese privilegio. Pero ese no es el objetivo de mi artículo. Lo traté por ser algo realmente interesante e innovador.