Partidos temen que el PRM sea nuevo gigante político

Partidos temen que el PRM sea nuevo gigante político

Los opositores al Partido Revolucionario Moderno (PRM) al parecer temen que esa organización se convierta en el nuevo gigante político, en ese espécimen que se enquista en el Poder Ejecutivo y, desde ese estamento, va conquistando adeptos para dominar las demás instancias del Estado y perpetuarse más fácilmente en el poder.

La preocupación es permanente, sobre todo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la Fuerza del Pueblo y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), cuyos dirigentes insisten en que el PRM intenta socavar sus estructuras llevándose a miembros de esas organizaciones, principalmente a los que ocupan cargos municipales.

La aprehensión de esos partidos no es para menos. Solo basta recordar que, el poder que acumuló el PLD en 16 años de gobiernos consecutivos, se debió a una avasallante maquinaria política que atrajo hacia sí al PRD y a buena parte de la corte de partidos minoritarios.

Con esas organizaciones el PLD pactó acuerdos que le permitieron dominar el Poder Legislativo y la municipalidad, e incidir en instancias del sistema de justicia, a cambio por supuesto de trozos del pastel gubernamental.

Los dirigentes de la Fuerza del Pueblo tienen conocimiento de causa, pues hasta octubre de 2019 formaron parte de la poderosa estructura peledeísta, la que abandonaron junto con el expresidente Leonel Fernández, quien dejó su antiguo partido por la lucha de poder que mantuvo con el expresidente Danilo Medina Sánchez.

La Fuerza del Pueblo, que fue aliada al PRM en el nivel senatorial de las elecciones congresuales del 2020, ahora mantiene una posición firme en contra de las supuestas intenciones de ese partido de atraer alcaldes de otras organizaciones políticas.

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Negación o silencio

El PRM guarda silencio o niega las acusaciones de sus opositores, quienes argumentan que las acciones del partido oficialista son un atentado a los valores democráticos, sobre todo porque estaría detrás el proyecto reeleccionista del presidente Luis Abinader.

Aunque el mandatario no ha informado si se repostulará, no tiene ningún impedimento. La Constitución no se lo prohíbe, como tampoco los estatutos de su partido, que fueron reformados para allanarle ese camino.

No se puede dudar que el PRM aplique la misma medicina que sus antecesores para sumar más adeptos, para aumentar sus posiciones de poder, y para cerrar el maléfico ciclo de cortos períodos en el gobierno y de vuelta a la oposición, como ocurrió con el PRD, su partido originario.