Partidos vs JCE

Partidos vs JCE

Si de algo nos va a servir el enfrentamiento entre la Junta Central Electoral (JCE)  y los partidos políticos, a propósito de la decisión del organismo de redistribuir las curules en la Cámara de Diputados para cumplir el mandato de la Constitución del 2010, es para conocer cuáles son los verdaderos intereses  de nuestra clase política, mas preocupada por preservar sus cuotas de poder, sus pactos, sus alianzas y negociaciones, que en consolidar y fortalecer la institucionalidad democrática. ¿Qué pasaría en este país si cada grupo o sector que se sienta afectado por un mandato de la Constitución  decide presionar, imitando  a los partidos políticos, para que se posponga su aplicación o simplemente se ignore? No hace falta responder a esa pregunta porque todos sabemos lo que ocurriría, empezando por los políticos, precisamente la razón por la cual se dice y se repite hasta el cansancio que nadie puede estar por encima de la Constitución y las leyes. Claro está,  no todos tenemos la capacidad de presión (o de chantaje) que tienen los partidos, sobre todo si están en el Gobierno,  por lo que hay que tomarse muy en serio  las palabras del secretario general del PLD, el senador  Reinaldo Pared Pérez, cuando afirma que echará el pleito en procura de tumbarle el pulso a la JCE y sus miembros (fue una decisión tomada a unanimidad por el pleno del organismo), amparado en el alegato de que la redistribución de las diputaciones se anunció demasiado tarde y que provocará  “graves problemas y distorsiones internas a los partidos”. ¿Se saldrán con la suya los políticos? Esperemos que  no, por el bien de la Constitución, de la democracia dominicana, y de sus instituciones. Porque como bien señala el presidente de la JCE, el doctor  Roberto Rosario, de lo que se trata en esta discusión es de decidir si la Constitución debe adaptarse a las conveniencias coyunturales de los partidos o los partidos someterse a los mandatos de la Constitución.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas