País Bajo Tierra
Nuevos aportes de la cueva fun-fun

<strong>País Bajo Tierra<br/></strong>Nuevos aportes de la cueva fun-fun

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La aparición de yacimientos cerámicos en torno a la cueva Fun-Fun permite un trabajo sumamente interesante en relación con los grupos indígenas que utilizaron esa cavidad. Más de ahí, sus características nos permiten establecer una relación directa entre la cerámica localizada y las manifestaciones rupestres de su interior.

Por ejemplo, el diseño del petroglifo que acompaña este trabajo se asocia por sí solo –mediante sus rasgos faciales–  con los diseños faciales de la cerámica que también presentamos, localizada en las cercanías de la Cueva.

Otros petroglifos localizados en el interior de Fun-Fun guardan íntima relación con la cerámica localizada, lo que permite además una datación por asociación de materiales. Es decir, la datación o fechado de los materiales localizados en los yacimientos permite obtener también –por asociación – el fechado de parte del arte rupestre de la Cueva. No de todo el arte rupestre, porque existen otros diferentes, pero por lo menos ya es un avance.

Por otro lado, mucha de la cerámica localizada apunta hacia la identificación con la cultura chicoide, a causa de sus rasgos distintivos, como puede apreciarse en la cerámica de la foto en que aparecen fragmentos de bordes de vasijas. Pero también aparecen fragmentos que otras filiaciones cerámicas.

Una característica importante de los materiales que se encuentran en los yacimientos arqueológicos en torno a la Cueva Fun-Fun es la diversidad, pues pueden encontrarse materiales que hasta ahora estuvieron circunscritos al extremo este de la Isla de Santo Domingo. Pero también destaca la característica de la diversidad en la elaboración de los ojos, pudiendo encontrarse cerámica con ojos “en granos de café”, ojos oblicuos, ojos totalmente redondeados, ojos perforados, figuras de doble faz con distinta expresión pero con los mismos ojos (perforados hasta alcanzar la cara opuesta), ojos como antifaz y ojos superpuestos totémicamente.

Los hallazgos en torno a Fun-Fun incluyen piezas de sílex (pedernal), un tipo de roca inexistente en la zona, lo que sugiere que fueron llevadas hasta allá, por mudanza, migración o por intercambio.

Otros fragmentos denuncian la presencia de grandes vasijas de diversas formas, así como de vasijas medianas muy estilizadas.

Como se sabe, la Cueva Fun-Fun está siendo operada como un sitio de visitación espeleoturística, de aventura, pero la información que recién se revela convierte el sitio en un destino de visitación cultural de primer orden, pues el espacio que se dedica a la operación de la Cueva sugiere y permite ampliar la oferta incorporando la información que pueden arrojar los materiales localizados.

Y no es solamente la mera exhibición de dichos materiales, sino que es posible desarrollar una industria pequeña de reproducciones cerámicas tanto de los materiales localizados como de las manifestaciones rupestres existentes en la Cueva, lo que aumentaría el movimiento económico del lugar en beneficio de sus operadores y de sus empleados y guías.

Pero también, el sitio de Fun-Fun bien puede dedicar espacio para la recreación de espacios aborígenes relacionados con las actividades reportadas por los cronistas españoles.

Lo importante por ahora es prestarle atención al sitio y evitar que la sorpresa de los hallazgos realizados hasta estos momentos mueva a su alteración. Lo deseable y saludable sería desarrollar un trabajo de investigación y recuperación que permita obtener la mayor cantidad de información posible sobre la Cueva, la totalidad de su arte rupestre, eliminar todo el grafiti que ensucia la cueva y proceder con cautela y con la participación gubernamental al levantamiento de la información de los yacimientos descubiertos.

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