Pasadizos, escalones y campanas olvidados en Zona Colonial

Pasadizos, escalones y campanas olvidados en Zona Colonial

La ciudad de Santo Domingo posee un carácter individual, marcado por las obras de arquitectura colonial que aún se conservan. Entre ellas están la muralla, fortines, puertas y templos, reconstruidas entre los años 1979 al 1982 por el Patrimonio Cultural, entonces dirigido por el arquitecto Manuel del Monte, y en cuyas obras intervinieron los ingenieros y arquitectos Luis Eduardo Delgado, Teódulo Blanchard, Cristian Martínez, Ernesto Kranwinkel y Manuel Valverde Podestá.

Estos monumentos poseen algo poco apreciado, que no se utiliza. Son los pasadizos existentes de este lado del muro, construidos de piedras o de ladrillos, los cuales eran usados por los soldados españoles como línea de defensa de la ciudad, recorriéndolos en el día para observar en lontananza si aparecían los enemigos.

Estos pasadizos eran llamados «Camino de la ronda», porque se le decía “ronda” al grupo de centinelas que andaba por este espacio de noche, vigilando el exterior. Servían también para establecer comunicación entre los otros fuertes y torreones.

También se encuentran unas escalinatas del mismo material, adosadas a los muros, las cuales servían para subir a las garitas (casetas) de los baluartes, así como a la cima de los portones.

Entre estos corredores está el que se inicia en el desemboque de la calle Las Damas, el cual recorre todo el trayecto de la muralla, y que al doblar llega a la garita existente arriba del Portón de San Diego y continúa hasta el patio del Palacio del Almirante.

De allí, cruzando la calzada del Alcázar de Colón se llega a la Puerta de la Atarazana, donde bordeando la calle Colón sigue la muralla y, de este lado, adosado a ella, se encuentra una escalinata fabricada de ladrillos sin baranda, la cual era el acceso que tenía el portón usado por los guardianes.

Al otro lado hay otra, muy estrecha, por donde bajaban, la cual sólo tiene la mitad de la baranda, porque la otra parte se desprendió y al estar el suelo tan deteriorado, nadie se atreve a encaramarse.

Igualmente hay un pasadizo dividido por el cruce de la calle Arzobispo Meriño, el cual está adosado a la muralla. Este muro conserva las troneras por donde los centinelas miraban si venía el contrario y sacaban sus armas para defenderse.

Este tiene un suelo de dos y medio metros de ancho y se extiende hasta llegar a una escalera de piedras por donde se trepa al fuerte de Santa Bárbara,

Cruzando dicha calle, continúa este pasillo unido al muro que bordea toda la callecita Back-Afar, hasta llegar al fortín de San Antón, y después de cruzarle un corto callejón le pasa por detrás a la Ermita que hay del mismo nombre.

Al arribar a la calle Juan Isidro Pérez existe el pasadizo (hoy destruido) que parte de las ruinas del fortín de San Miguel, el cual le cruzan los escalones y puentes secos que están delante de los condominios. Mas adelante aparece otro corredor que entra y sale del fortín de San Lázaro, también poco apreciado.

Asímismo, está el pasillo que llega al fuerte de la Concepción, y desde allí doblando, parte otro extenso que está aproximadamente de N= 49= E, el cual recorre todo el borde de la muralla y lo interrumpe el cruce de la calle Mercedes.

Luego sigue hasta llegar a la Puerta de El Conde, desde donde continúa el trayecto y termina partido por la calle Arzobispo Nouel. También en dicho portón del Conde existe otra escalinata de ladrillos (hoy cerrada por una verja) por la cual se asciende a su alto.

Por igual, aparece el otro pasadizo que tiene el Portón de la Misericordia, el cual se extiende hasta donde le cruzan las vías José Gabriel García y George Washington.

[b]Las campanas[/b]

También se pueden mencionar las campanas olvidadas que se encuentran dos en el campanario del templo Regina, situado en la calle Padre Billini; en esta misma vía una en la antigua capilla de la Tercera Orden (hoy Casa de la Juventud), la cual la otrora Universidad Santo Tomás usaba para llamar a clase a los estudiantes. Dos en el hoy Panteón Nacional, dos en la capilla de los Remedios de la calle Las Damas, dos en el campanario de la antigua Iglesia de San Lázaro y una en la Puerta del Conde.

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